La defensora pública de la provincia, Jacqueline Balangione, aseguró este jueves que el encierro masivo de delincuentes en cárceles “no es la respuesta” a la crisis de inseguridad porque “están todos mezclados” y afirmó: “Pasamos de 3.500 presos a 9.300 en ocho años y la sociedad es más violenta”. Por otro lado, cuestionó a la Justicia Federal.

La funcionaria dijo en Radiópolis (Radio 2) que existen 8.500 internos adultos en penales de Santa Fe y otros 800 en comisarías (9.300 en total) cuando en realidad “hay lugar para 5.800”.

La ausencia de planes para una reinserción social de los detenidos contribuye a la violencia en las calles en lugar de caminar hacia la solución, dijo y expresó: “La única respuesta del Estado es el encierro en condiciones muy malas. Hay superpoblación y mezcla en los pabellones de personas que cometieron delitos (o sospechadas, porque hay muchas sin condena) de distinta índole”.

Balangione detalló que esa convivencia en penales se da entre “muchachos muy jóvenes con delitos primarios con hombres que ya tienen una carrera” (en el crimen).

En ese marco, propuso el diseño de planes integrales pero reprochó que la Defensoría Pública no forma parte de la “mesa de seguridad provincial”. “A nosotros no nos invitan, es más estamos prohibidos. Una vez me invitaron y después me llamaron para decirme que fue un error”, aseguró.

Cuestionó que en esos encuentros “se habla de la problemática de las cárceles y nosotros la conocemos porque la recorremos día a día”. Reclamó “trabajar más sobre las causas” del problema en lugar de correr detrás de las urgencias.

“¿Cómo puede ser que tantos muchachos sean captados por esto de la plata fácil, que por 20 mil pesos se suben a la moto y tirotean a una casa?”, planteó y respondió que esos jóvenes en muchos casos son atrapados por hechos menores (un arrebato por ejemplo), están unos meses encarcelados, allí son reclutados por las bandas y al poco tiempo están en la calle operando para ellos.

“Se encarcela en lugar de dar una respuesta que implicaría trabajar con esa persona, con otro mecanismo, no desde el encierro indiscriminado”, objetó.

Pelea entre bandas y un homicidio en Coronda

 

Con respecto al exceso de detenidos en penales, contó que en los pabellones de Piñero, Coronda o Las Flores se dan situaciones límite. “Hay 80 o 90 muchachos todos mezclazos. En el pabellón 9 de Piñero hubo una reyerta entre integrantes de la banda de Alvarado y de Guille Cantero que arrojó tres personas heridas; una de gravedad con un cuchillo en el cuello”.

En la ciudad de Santa Fe hubo motines y fugas en comisarías sobrepobladas. En paralelo, este jueves se confirmó la muerte de un interno de Coronda de 25 años por las heridas sufridas en un enfrentamiento con “chuzas” (armas blancas), registrado el miércoles a la noche en uno de los pabellones, informó la periodista Ivana Fux en Radio 2.

Balangione profundizó: “El Estado tiene una única respuesta, así agarre a una persona que haya cometido un delito grave o a un pibe que arrebató una cartera sin violencia. Ese detenido se vincula con las bandas y sale a los seis meses a la calle a trabajar para ellos”.

“Se aplica el mismo remedio: adentro a una cárcel todos mezclados, sin trabajar de otra manera”, dijo y añadió que existe un problema de consumo de droga en los penales “y el Estado mira para otro lado”.

“El consumo de drogas no solo de los internos sino de los penitenciarios. Además es elevadísimo el nivel de problemas psiquiátricos de los empleados. Desde 2018 no ingresa nadie. Hay mucha corrupción; ¿o desde dónde entra la droga y las armas a las cárceles?”, continuó.

Con todo ese escenario descripto de forma cruda, poco habitual en un funcionario, Balangione resumió: “No estamos dando una respuesta eficiente”. Dijo entonces que Santa Fe pasó de tener 3.500 presos a 9.300 en ocho años, desde 2014 hasta ahora. “¿Y les parece que disminuyó la violencia? No, creció, es una sociedad más violenta”.