Entre los choferes de colectivo primaba la incertidumbre sobre cómo volverán a trabajar este martes, mientras lamentaban despedir a su compañero Marcos Daloia, el chofer de la línea K que falleció el domingo tras convalecer tres días por el ataque a balazos del que fue víctima el jueves pasado por un falso pasajero cuando conducía por Echesortu.

Los compañeros de Marcos lo despedían este lunes al atardecer cortando la calle Córdoba al 2900, donde se podía ver una bandera de letras grandes que rezaban “basta de muertes” frente a la casa de sepelios Caramuto.

Sin salir en cámara por temor, varios de ellos coincidieron en el móvil de Telenoche (ElTres): “Estamos con mucho miedo de volver a trabajar”.

El primero de los choferes recordó: “Ya perdimos a César, ahora Marcos, los taxistas, el playero. Tengo hijos que me dicen que no vaya a trabajar. Mañana voy a cruzar los dedos”.

Un segundo compañero coincidió en apreciar: “No sé cómo me voy a subir al colectivo”, y analizó: “Perdimos la cultura de salir a las plazas y las veredas. Los laburantes estamos encerrados, y los que deben estar encerrados ¿Dónde se encuentran?”.

Un tercer chofer agregó: “Soy de la línea 116. Todos tenemos miedo y no sabemos cómo iremos mañana a trabajar”.

La familia de Marcos, por su parte, se encontraba dentro de la casa velatoria, y pidió vivir este momento respetando su privacidad.