El 25 de enero la Municipalidad de Rosario pondrá en marcha el nuevo sistema de transporte, que llega con cambios de recorridos y tarifas más caras.  La secretaria de la Movilidad, Eva Jokanovich, defendió estas modificaciones y aseguró que no había otra opción. La crisis del sistema, de larga data y agudizada por la pandemia de coronavirus, pintó un escenario terminal.

“Ante una crisis, tenemos dos opciones: o la negamos y nos hundimos para siempre, porque un día nos íbamos a despertar y no iba a haber más transporte; o lo aceptamos y lo tomamos como una oportunidad y transformamos la realidad”, planteó Jokanovich, en contacto con el programa Radiópolis (Radio 2). Y agregó: “No podemos seguir tapando el sol con las manos”.

La funcionaria explicó que el sistema que tiene Rosario actualmente estaba pensando para trasladar a más de 600 mil pasajeros; en marzo del año pasado, antes del estallido de la pandemia en Argentina, movía a unos 450 mil y ahora apenas roza los 100 mil.

“Algo teníamos que hacer”, dijo.

La principal reestructuración del sistema es la fusión de líneas en el área central para mejorar las frecuencias.  El objetivo es bajar la frecuencia promedio de 18 a 12 minutos.

Así, por ejemplo, las líneas de mayor demanda incorporarán más unidades: 103 Roja y Negra, 107 Roja y Negra, 110, 121, 123, 140, 153 Roja y Negra. Linea K. Y las que transportan menos pasajeros, se fusionarán con tras de similar demanda: por ejemplo, las líneas 115, 138 y 139 que se unifican, se llamará línea 115 138 139.

El otro gran cambio que se viene, impacta directamente en el bolsillo: el boleto subirá a partir del 1 de febrero y se irá de los actuales 32,50 a 45 pesos.