Carnicero repelió a ladrones con una escopeta y vigiló su local hasta la madrugada: "No nos queremos ir, queremos trabajar acá"

Supermercados y comercios de la ciudad de Rosario se vieron amenazados este jueves por la noche por una serie de intentos de robos coordinados que generaron tensión en distintos puntos de la zona oeste de la ciudad, aunque según indicaron fuentes policiales ninguno de estos hechos llegó a concretarse. La esposa del comerciante, que también está al frente del negocio, dijo en El Tres: "No nos queremos ir, nos queremos quedar acá a trabajar, en el lugar que nacimos". 

Uno de los establecimientos que se vieron afectados fue una carnicería ubicada en la zona de boulevard Seguí y avenida Rouillón, en donde entre 15 y 20 personas intentaron ingresar por la fuerza para robar. El dueño del comercio contó que tuvo que tomar su escopeta para disuadir a los delincuentes y mantenerlos alejados hasta que llegó la policía.

En diálogo con De 12 a 14 (El Tres), una mujer también encargada de la carnicería comentó que estaban al tanto de los rumores sobre posibles robos que venían circulando durante los últimos días, pero los ignoraron porque tenían que seguir trabajando "para pagarle a los proveedores".

"Tenemos la carnicería desde hace 20 años. Trabajamos hasta los domingos a la tarde", dijo la mujer, que este viernes seguía preocupada por la situación. Por su parte, el hombre apuntó que en el grupo de personas que intentó robarles había "chicos de diferentes edades".

Para evitar que ingresaran en su comercio, el hombre tomó una escopeta y amedrentó a los ladrones, a los que logró mantener alejados del local hasta que llegó la policía. La situación se mantuvo tensa hasta alrededor de las dos de la mañana.

"Se nos desmayó una señora", indicó la mujer, al agregar que dentro del comercio había una clienta que se encontraba con sus hijos cuando comenzó todo.

En medio de un contexto de crisis social y económica, al que se suma el temor por la posibilidad de que se produzcan este tipo de robos coordinados, la mujer reclamó mayor seguridad. "No tenemos espalda para cerrar las puertas del negocio", lamentó.