Chile está atravesando una grave crisis sanitaria tras la muerte de siete bebés a causa de un virus respiratorio, que derivó además en la renuncia de un importante funcionario del gabinete de Gabriel Boric, que dejó su cargo ante la falta de camas pediátricas. La situación llevó a reimplantar la obligatoriedad del uso de barbijos en las escuelas.
El brote de virus respiratorio sincicial (VRS) dejó al descubierto una deficiente gestión hospitalaria por la falta de camas críticas pediátricas, cuya ocupación está al 92%, según denunció la oposición del país vecino.
Se trata de uno de los mayores brotes de virus respiratorios de los últimos años, luego de la pandemia de coronavirus.
De acuerdo al Instituto de Salud Pública chileno, en lo que va de 2023 se registraron 18.728 casos positivos en virus respiratorios. La ministra de Salud Ximena Aguilera describió la magnitud de la situación sanitaria como "uno de los mayores brotes vistos en los años precedentes".

El hecho que alarmó a las autoridades fue la muerte de una bebé de dos meses diagnosticada con VRS, que falleció el 6 de junio pasado en San Antonio, en la costa central del país, por la falta de una cama disponible para su internación.
El único cupo disponible, según se informó, estaba en la ciudad de Arica, en el extremo norte del país, a más de 2.000 kilómetros, pero luego se supo que un establecimiento privado, parte del sistema integrado de camas críticas de la red asistencial, tenía camas libres en Santiago, a 120 kilómetros de San Antonio.
Ese hecho, que aún está bajo investigación para determinar si se respetaron los protocolos de traslado, motivó la renuncia del exsubsecretario de Redes Asistenciales, Fernando Araos.

"Las responsabilidades tienen que hacerse valer", afirmó Boric, quien nombró en el cargo a Osvaldo Salgado, exsubsecretario durante el Gobierno del expresidente socialdemócrata Ricardo Lagos. "En momentos como estos, lo más importante son las personas y, como país, necesitamos que nada nos distraiga en el objetivo superior, que es garantizar la salud de todos los chilenos", enfatizó el presidente chileno.
Ante la gravedad de la situación, Boric volvió a implementar una medida vigente durante la pandemia de covid-19: el uso obligatorio de barbijos en las escuelas.
La medida, acordada entre los ministerios de Salud y Educación, rige para todos los mayores de cinco años, hasta el fin de la alerta sanitaria por la circulación de virus respiratorios, que por ahora fue fijada para el 31 de agosto. El objetivo es proteger, en especial, a los menores de un año, para quienes el virus sincicial puede resultar mortal.
A su vez, el gobierno retomó una estrategia de comunicación de riesgo para recomendar el uso del barbijo en los espacios con aglomeraciones, sobre todo en el transporte público, que se colapsa durante las horas punta de inicio y cierre de la jornada laboral.