Chile movilizará este lunes a sus Fuerzas Armadas hacia las fronteras con Perú y Bolivia, en un intento por controlar el ingreso masivo de migrantes a través de pasos no habilitados en estas zonas.

“Vamos a estar recorriendo algunos de los lugares del despliegue el próximo lunes, viendo cómo se va a apoyar este trabajo de las Fuerzas Armadas”, adelantó la ministra del Interior, Carolina Tohá, sobre la medida que inicialmente estará vigente por 90 días.

Los operativos se montarán puntualmente en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, según detalló el decreto difundido por el gobierno de Gabriel Boric, y -de ser necesario- podrá ser extendido con la aprobación del Congreso, una vez concluidos los tres meses iniciales.

Las unidades militares realizarán controles de identidad a quienes transiten la zona y podrán detener a quienes ingresen o egresen por un paso no habilitado de la frontera. Según precisó el alcalde del municipio de Colchane, Javier García, por ese punto llegan a Chile a través de pasos irregulares cerca de 400 personas cada día.

En ese sentido, señaló que el país registra un aumento significativo de inmigrantes de países cercanos, principalmente de venezolanos.

Colchane es un poblado andido que limita con Bolivia y es el más utilizado por los extranjeros para ingresar a Chile. Sin embargo, en los últimos años han muerto decenas de personas a causa de los peligros a los que se exponen con estos operativos ilegales. Por su parte, quienes logran llegar a las ciudades chilenas se instalan en carpas y plazas o, inclusive, caminan a la deriva en busca de ayuda.

La medida, sin embargo, no fue bien recibida entre las autoridades de la zona, que adelantaron que no será efectiva para resolver la cuestión migratoria -aunque sí para reforzar la seguridad en el norte del país- y, en su lugar, reclamaron otras disposiciones que sí permitan hacer frente a este problema.