En medio del debate sobre el uso de ibuprofeno inhalado como paliativo para pacientes con coronavirus, la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva sentó posición y recomienda “que no sea empleado con fines terapéuticos”.

La postura, explicó el organismo en un comunicado difundido este jueves, es “en vista que su eficacia no ha sido comprobada, que hay objeciones de seguridad en relación con los pacientes, y que plantea un riesgo para el personal tratante”.

“La pandemia covid-19 ha puesto al sistema sanitario y a sus profesionales bajo un estrés nunca visto. Los intentos por encontrar terapéuticas para una enfermedad que ya ha producido a nivel global casi un millón de muertes han sido extensos y desesperados”, señala el texto.

Y en ese marco sostiene que “se han formulado un sin número de hipótesis que, aún sin haber sido verificadas, han llegado a la prensa, se han publicitado como soluciones mágicas y han creado en la población enormes y falsas expectativas de curación de la enfermedad”.

“Éste es el caso con el recientemente postulado ibuprofeno inhalado”, agrega, y explica que “hasta hoy, es solamente una hipótesis formulada sin ninguna verificación y de validez a priori cuestionable”

“La acción anti-inflamatoria de la droga podría disminuir una respuesta excesiva de los mecanismos inmunológicos del huésped pero podría también reducir la capacidad del paciente de hacer frente a la infección por covid-19 u otras infecciones concurrentes o silente, los inhibidores de la cicloxigenasa como el ibuprofeno deterioran la inmunidad por CD4 T y exacerban, por ejemplo, infecciones por Mycobacterium tuberculosis aerosolizado”, amplía en su argumento.

Sin embargo, señala la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, “los cuestionamientos más importantes para el uso de ibuprofeno inhalado pasan por la seguridad, tanto del paciente como del profesional tratante”.

“Desde el punto de vista del paciente, cualquier sustancia nebulizada puede provocar hiperreactividad bronquial. Los datos presentados de espirometrías en pocos voluntarios son insuficientes para garantizar la seguridad de la medida. Las consideraciones que se realizan a propósito de esta experiencia son especulativas y carentes de fundamento”, esgrime.

Y añade: “Más aún, la solución de ibuprofeno para la nebulización es hipertónica. En un ensayo clínico controlado en 777 pacientes con bronquiolitis, la nebulización con solución hipertónica no disminuyó las internaciones pero se asoció a más efectos adversos, comparada con solución isotónica. Otro estudio también evidenció más tos (46% vs 20%) y rinorrea (58% vs 31%)”.

Otro ensayo controlado, dice el texto, debió suspenderse prematuramente por “futilidad y efectos adversos”, mientras que “la solución hipertónica aumenta la hiperreactividad bronquial, no sólo en asma sino también en epoc. De hecho, la inhalación de un antiinflamatorio es un test de provocación de broncoconstricción. Además, los pacientes con enfermedad respiratoria exacerbada por aspirina son susceptibles a los antiinflamatorios inhalados”.

Desde el punto de vista de los profesionales tratantes, así como de otros pacientes internados en el mismo sector, el procedimiento de nebulización “es altamente aerosolizante”, se explica.

“En un intento de reducir el riesgo de transmisión horizontal, el laboratorio productor plantea sistemas para realizar la nebulización. Sin embargo, los sistemas de protección son onerosos y escasean”, cierra el comunicado.