El aumento de los casos positivos de coronavirus en el territorio provincial debido a la circulación de residentes en otras provincias donde existe una circulación viral importante, puso en alerta a las autoridades santafesinas que dispusieron cuarentena obligatoria para quienes hayan viajado y regresen a Santa Fe. Sin embargo, a pesar de la curva ascendente de casos, descartaron por el momento volver a la fase de aislamiento anterior o cerrar la provincia a fin de evitar el ingreso de personas de otras localidades.

En diálogo con Radiópolis (Radio 2), ministro de Gestión Pública, Rubén Michlig, aseguró: “Todavía no volvemos a una fase anterior”, en relación a reactivar restricciones en actividades tal cual se vivenciaron semanas atrás, por ejemplo, las reuniones sociales y apertura de bares. “No tenemos circulación del virus, los casos tienen que ver con las provincias limítrofes, la decisión es el día a día. El jueves se dispararon los casos y necesitamos tomar restricciones pero sólo con las personas que ingresan”, observó.

Consultado sobre la instrumentación de los controles, señaló: “Cada uno tiene que controlar, y también el grupo familiar que está en riesgo”. Luego, confió que en las próximas horas estará activa la aplicación específica para solicitar la autorización para poder viajar con una declaración jurada de por medio. Sin embargo, adelantó un refuerzo en los controles policiales de ruta, más allá de la voluntad individual: “Es difícil hacer un control ciento por ciento pero vamos a poner todos los recursos posibles”, remarcó.

Michlig consideró imposible evitar la circulación de santafesinos a otras provincias y viceversa: “No se puede frenar en la medida en que estén habilitadas las actividades comerciales e industriales. Hay un tránsito muy grande entre las provincias, particularmente con Amba y Capital Federal”, observó.

En cuanto a la posibilidad de cerrar la provincia, manifestó: “No lo tenemos en agenda, es muy difícil cerrar la provincia por la fuerte actividad económica que hay, esto implicaría paralizar la economía en un momento complicado” y cerró: “Si nos aislamos todos el riesgo no existe pero hay que establecer un balance entre la cuestión sanitaria y la necesidad de mantener actividades esenciales”.