Este viernes y por tercer día consecutivo, Italia registró una cifra récord de nuevos contagios, con 10.010 casos en las últimas 24 horas. Los números preocupan a los epidemiólogos de la ciudad de Milán, que volvió a ser el epicentro de la pandemia en ese país. "Estamos en la peste", declaró un trabajador de la salud.

En un contexto delicado, el epidemiólogo Massimo Galli, director de enfermedades infecciosas del hospital Sacco de Milán, advirtió que a Italia le quedan dos semanas para frenar la actual tasa de crecimiento exponencial de los casos de coronavirus. De no lograrse dicho objetivo, Galli alertó que en 15 días estarán "como Francia, España y el Reino Unido".

"Estamos en la peste. Estoy tratando de ocuparme de todos los pacientes que tengo aquí. Me parece un trágico déjà vu. Lo temía desde agosto, esperaba equivocarme, pero la situación en Milán se está volviendo muy alarmante", declaró el epidemiólogo en una entrevista para un diario, en la que además agregó que la guardia del hospital que dirige está "saturada" de pacientes con Covid, situación que se da también en otros nosocomios de la ciudad.

Si bien en Italia se están realizando muchos más tests que al principio de la emergencia, habiéndose hecho más de 150.000 en las últimas 24 horas, el nuevo récord de positivos alarmó a las autoridades sanitarias del país que, según admitieron, ha vuelto a ingresar en una fase "aguda" de la epidemia. 

"Debemos mirar las proyecciones que lamentablemente tienen pocas probabilidades de fallar: dentro de 15 días estaremos como Francia, España, el Reino Unido", pronosticó. Destacó, por otro lado, que a diferencia de marzo pasado, Italia tiene contagios en todo el territorio, con áreas que en su momento no fueron afectadas y que no cuentan con medios ni preparación para defenderse.

En la entrevista, el epidemiólogo manifestó que se debe dar alguna señal importante para decir que están por "chocar contra la pared". "No sé si habrá otro confinamiento total en Navidad y espero que no, pero debemos trabajar enérgicamente para evitarlo", dijo. "El confinamiento total es la medida más simple, porque no necesitás exprimirte el cerebro para encontrar otras soluciones, pero es la más dramática porque las consecuencias serían inevitables", agregó, aludiendo a los catastróficos efectos económicos.

Galli tampoco ocultó su preocupación al constatar que si bien durante el verano se detectaron muchos positivos asintomáticos entre los jóvenes, ahora los contagios se están dando en el ámbito familiar y la edad promedio volvió a crecer. "Ahora vuleven a ser contagiados los ancianos y por ende crece el miedo, la sintomatología, el recurso al cuidado en hospitales, las terapias intensivas", dijo. "Las víctimas, ya lo sabemos, las veremos más adelante", pronosticó.

Según cifras oficiales del Ministerio de Salud, en Italia hasta ahora se registraron un total de 36.427 muertes, 391.611 casos y 247.872 personas que pudieron recuperarse. Hay más de 100.000 personas en aislamiento domiciliario, 6178 personas internadas con síntomas y 638 en terapia intensiva.

En tanto, el gobierno de Giuseppe Conte, que ya dispuso el uso obligatorio del barbijo en todo el país, dictaminó nuevas medidas para enfrentar la segunda ola de contagios, tales como el cierre a las 24 de restaurantes y bares, limitación de fiestas a un máximo de 30 personas y recomendación de no más de 6 personas invitadas en las casas. Además, la prohibición de deportes de contacto como fútbol, básquet y judo que se juegan en forma amateur. Pero frente a la escalada de casos no se descartan decisiones más estrictas, como por ejemplo un toque de queda.