La cosecha gruesa que revitaliza la economía de la región tiene un impacto negativo que se repite cada año al saturar las rutas y generar incidentes de todo tipo. Eso se expresó este jueves a la mañana en dos choques sobre la A012: uno protagonizado por dos autos y otro por una camioneta que intentó evitar la cola de camiones, giró en u y fue impactada por un vehículo pesado.

El fenómeno reiterado no se puede evitar por más anunciado que este. Los camiones cargados de cereales y legumbres esperan para ingresar a los puertos, que  sobre entregan turnos, y se producen largas hileras que taponan accesos.

El conductor de una 4x4 blanca quiso evitar esa trampa a la altura de Ricardone y pegar la vuelta antes ingresar en la zona de congestión. Pero al girar en u fue impactado por un camión. Los ocupantes sufrieron lesiones y fueron derivados de urgencia al hospital más cercano.

Minutos antes, otro siniestro vial se registró con un Renault 12 que colisionó contra otro auto. La persona lesionada fue trasladada al hospital Granaderos a Caballo en un helicóptero sanitario justamente por las complicaciones en el tránsito en la zona. También trabajó en la zona personal de Bomberos.

Doble siniestro vial en la A012

El doble accidente se conoce después de un miércoles en donde un automovilista murió en un choque múltiple con camiones cerealeros en la ruta nacional 34 entre Salto Grande y Lucio V. López.

Este jueves por la mañana, El Tres mostró el caos de camiones en la autopista Rosario-Santa Fe en el acceso a Villa La Ribera. Choferes varados desde la madrugada esperaban poder avanzar detrás del volante. “Demasiada paciencia tenemos, siempre pasamos esto, todos los años lo mismo”, se quejó un camionero que manejaba desde Santa Clara de Buena Vista y desde las 5 de la mañana esperaba subir el puente.

“Nos llegó de nuevo la cosecha gruesa pero lo único que los vecinos de Villa La Ribera seguimos cosechando año tras año es la indiferencia del gobierno provincial y nacional que esté de turno”, se quejaron con un escrito en redes sociales. Crece otra vez la bronca de los pueblos