“Nadie mató a nadie, averigüen bien lo que pasó”. Así se expresó Alfredo Coto, dueño de la cadena de supermercados Coto, cuando fue consultado sobre el jubilado Vicente Ferrer que murió tras haber sido detenido por un custodio y un empleado de uno de los locales de San Telmo, luego de haberse llevado sin pagar queso, aceite y un chocolate. Es la primera vez que se refiere al hecho.

De acuerdo a lo que informa hoy el diario Página 12, cuando los periodistas rodearon al empresario para consultarlo, durante un encuentro empresario en el Hotel Sheraton de Retiro que tuvo lugar ayer, sostuvo: “Nadie mató a nadie, averigüen bien lo que pasó”.

“¿Vamos a ver todos los errores que pudimos cometer con 19 mil empleados y millones de personas que pueden pasar?”, preguntó el empresario. Coto dijo que en los medios se publicaron “versiones tergiversadas”, pero no reveló qué versión recibió él por parte de los empleados del supermercado de San Telmo. “Soy culpable de todo lo que pasa en Coto, lo bueno y lo malo”, agregó.

Además, hizo referencia a las armas halladas hace dos años en un supermercado de Caballito y dijo que la causa judicial "ya fue superada". Pese a que habían sido halladas 200 granadas, 27 armas de fuego y 3800 municiones, explicó que no se trató de “un arsenal” sino que sólo había “escopetas bien registradas en el Renar”. Y admitió que eran para los empleados de seguridad ante posibles saqueos por la crisis social. “¿Ustedes no se dan cuenta lo que pasó de 2001 en adelante en el país?”, contestó ante la consulta periodística. Y concluyó: “Nadie es perfecto, todos podemos cometer errores”.