En la Unidad 5 de Rosario se alojan actualmente 250 internas. Algunas de ellas están embarazadas, otras conviven con sus hijos de 0 a 4 años. El edificio no cuenta con el servicio básico de agua potable. En las últimas semanas, al menos 70 mujeres y 4 menores de edad presentaron cuadros de gastroenteritis. Organizaciones sociales, junto con Jaquelina Balangione, defensora provincial, realizaron la denuncia de lo ocurrido. Este viernes, un juez ordenó que en un plazo de dos semanas el Servicio Penitenciario solucione el problema del agua. 

En los últimos días, el Servicio Público Provincial de Defensa Penal -SPPDP- tomó conocimiento de distintas situaciones que no sólo agravaron las condiciones de detención, sino que generaron un tenso clima dentro de pabellones penitenciarios, tanto por la problemática mencionada como también porque podrán comprobarse afectaciones a la salud de las personas y varias situaciones de amotinamiento. 

En ese sentido, el Juez Penal, Dr. Nicolás Foppiani, estableció que se asigne una partida presupuestaria -con la mayor celeridad- para la provisión de agua potable a las personas alojadas en distintos centros penitenciarios, para lo que dispuso de un plazo de treinta días para gestionarla.

La problemática comenzó el 26 de enero y se fue incrementando. A raíz de las denuncias realizadas por las internas de la Cárcel de Mujeres, la Defensa Pública presentó un habeas corpus en el que expresó que las mujeres no poseían agua, un elemento esencial para hacer frente a las altas temperaturas en esta época del año. Debido a ello, alrededor de 70 mujeres y 4 niños sufrieron episodios de gastroenteritis, principalmente en estos dos espacios señalados. A ello se agrega que un niño se encuentra internado debido a un virus.

Desde Defensa Santa Fe aclararon que se usó “el recurso de hábeas corpus” para “resguardar a las personas alojadas en el Complejo Penitenciario de Rosario, espacio que alberga a la Alcaidía, la Subunidad Penal Nº 3 y la Unidad Penitenciaría de Mujeres. Sin perjuicio de ello, sienta un importante precedente para todas las unidades penitenciarias de la provincia en lo que se refiere al respeto de los derechos esenciales y al establecimiento de un piso mínimo”. 

Además, las mujeres manifestaron que los controles médicos no se brindaron de manera continua y que no se estaba respetando la dieta establecida para las mujeres y niños que habían contraído el virus por tomar agua contaminada. 

Por todo lo mencionado, se le ordenó al Servicio Penitenciario que brinde una solución definitiva al problema para dentro de quince días y un plan de contingencia urgente para asegurar agua suficiente y en bidones cerrados para no continuar con la problemática de salud en la población penitenciaria. Por último, se le pidió que se retome la asistencia médica y la dieta para las personas que mejora padeciendo los efectos de la gastroenteritis.

“Desde el SPPDP señalamos que la falta de provisión de agua potable es un problema de viejos datos que el organismo denuncia de manera continua. Ello, además, es consecuencia de los problemas que genera la superpoblación en los espacios de encierro, que particularmente en la cárcel de mujeres de Rosario, alberga 237 internas con una capacidad para 171 (excedido en 66 internas)”, manifestaron en un comunicado.