El 29 de agosto de cada año se conmemora en Argentina el Día Nacional de la persona donante de órganos (Ley 27575). “Es una efeméride escolar, una oportunidad de hablar con nuestros niños de donación pediátrica”, sostienen Silvia y Alejandro, madre y padre de Antonella Trivisonno, la pequeña que tras su muerte en un accidente en 1999 se convirtió en símbolo de la donación de órganos, en Rosario.

“Cómo papás de una nena de 6 años, víctima de accidente de tránsito y donante, descubrimos que la donacion es una actitud ante la vida y no una decisión al final de la misma. Por eso –subrayan– decimos que donamos los órganos de Antonella por cómo vivió y no por cómo murió”.

Remarcan que “esto tiene que ver con diálogo, con mucha escucha, con empatía, con generosidad, con la mirada abierta a los otros y el corazón dispuesto. Tiene que ver con decisiones y con ejercer el derecho de elegir qué quiero. Tiene que ver no sólo con dar, sino con darnos. Porque la donación no sólo se refiere a sangre, tejidos y órganos. Sino con que «lo mejor de mí viva en vos»”.

La familia de Antonella convoca a abrazar a las familias donantes y en ellos, hacer el mejor homenaje a sus familiares que permitieron que alguien más siga viviendo. “Porque en nosotros –sostienen– ellos continúan haciendo historia”.

En ese marco, pintarán un banco de la plaza Pringles de color naranja, en homenaje a las personas donantes. Elacto de inauguración será el martes 29 de agosto, a las 12.