El Concejo municipal repudió este jueves el escrache a la secretaria de Control y Convivencia, Carolina Labayru. Pero al momento de avanzar con los pedidos de informes sobre las irregularidades que la funcionaria habría comentado en una reunión con la comisión de Seguridad, no hubo acuerdo y recién podrían salir dentro de 15 días.

Pese a haber sido uno de los temas de mayor resonancia de la semana pasada en la ciudad, y que involucró a los concejales que integran la comisión de Seguridad, en la sesión no se abrió el debate y fue solo Daniela León la que hizo referencia al tema con la declaración de solidarida. y el repudio a todo tipo de escrache e intimidación.

“Si el intendente ha tomado una decisión muy acertada fue la de asignar a ese área tan controvertida de la ciudad a Carolina Labayru. Este escrache del que ha sido víctima como funcionaria, y también en su condición de mujer, surgen a consecuencia de una reunión que la funcionaria tuvo con concejales de este cuerpo”, señaló la edila radical.

Además remarcó que Labayru “es una funcionaria mujer al frente del área más controvertida de la ciudad” y que “esos afiches que rezan «persona no grata» con su rostro, constituyen un escrache anónimo y cobarde”.

Tras esto, la sesión siguió su curso sin hacer referencia a los presuntos hechos de irregularidades. Esto tiene que ver con que en la reunión Parlamentaria se rechazó aprobar sobre tablas un pedido de informes sobre los dichos de la funcionaria y se definió que primero habrá que discutirlo en comisión.

Justamente en la última reunión de la comisión de Control, Convivencia y Seguridad Ciudadana los ediles que la integran habían acordado presentar un pedido para que el municipio informe el “detalle de las reestructuraciones llevadas a cabo en la Secretaría
de Control y Convivencia desde enero del 2020 al presente y las causas que motivaron las mismas”.

Además, el texto hacía referencia explícita a que “en el caso de haber encontrado irregularidades”, se informe también al Concejo sobre sumarios o medidas que se hayan tomado al respecto. Todo esto con un plazo no mayor a los 30 días de aprobado.

Pero en la reunión parlamentaria que se hace en la previa a las sesiones, y donde se definen los temas a votar en el recinto, no hubo quórum para que el proyecto se apruebe sobre tablas y ahora deberá volver a discutirse en comisión para ver si se puede aprobar en la próxima sesión que será el jueves 16 de junio, 24 días después de que se conoció la situación.

“No tuvo acuerdo, lo van a trabajar en comisión. Por nuestra parte consideramos que el proyecto preguntaba sobre consultas ya realizadas a la secretaria. Parlamentaria habilita o no el tema, y en este caso no tuvo los votos suficientes”, explicaron desde el oficialismo.

Esta demora en llevar al recinto el debate de un tema de resonancia para la ciudad tiene características similares a lo que pasó con la aparición de módulos alimentarios del municipio en la casa del Viejo Cantero y el posterior incendio de una oficina de Desarrollo Social. Ambos hechos ocurrieron entre el 27 de abril y el 1 de mayo, pero recién se discutieron en el Concejo el 19 de ese mes.

“Llegamos tarde para pedir tres pedidos de informes que han sido debatidos, modificados. Nos cuestionan puntos y comas de los pedidos de informe y los llegamos a votar diez días después cuando ya ni siquiera forman parte de la agenda pública”, lamentó en su momento la concejala Norma López.

Ahora la situación se repite con otro tema de impacto.