Después de varios años de debate, este jueves los concejales rosarinos votarán en el recinto el proyecto de modificación de ordenanza para reglamentar el llamado Alcohol Cero al volante. Y todo indica que la normativa será aprobada, aunque aún persisten algunas posturas en contra.

Si este jueves los ediles cambian el Código de Tránsito, Rosario se convertirá en la tercera ciudad santafesina –después de Santa Fe capital y Pueblo Esther– en sancionar a quien beba y maneja, por más mínima que haya sido la ingesta. Hasta ahora, el Alcohol Cero era solo exigible a los choferes de servicios públicos y al resto se les permitía un registro de hasta 0,5 gramos.

La de este jueves, será una sesión bisagra. Hace años que el proyecto de Alcohol Cero se debate dentro y fuera del Palacio Vasallo, impulsados sobre todos por organizaciones de educación y conciencia social como la Asociación Civil Compromiso Vial.

No obstante, aún persisten algunos reparos sobre la iniciativa.

“Hace seis años que esto se está tratando en el Concejo,l y hace seis años que tenemos la misma opinión: tiene que salir por ley provincial para el dosaje sea homogéneo en toda la provincia”, observó el concejal Carlos Cardozo (PRO) en contacto con el programa Radiópolis (Radio 2).

“No sabemos cuál va a ser el impacto de esta medida en la actividad gastronómica. No se controla el 0,5 y estamos ante la posibilidad de un impacto negativo en una de las pocas actividades que aún sigue moviendo la economía de la ciudad y generando mano de obra”, añadió y criticó que este jueves no se trate la modificación al Código de Faltas. A fines de marzo, el intendente Pablo Javkin anunció un nuevo Código de Convivencia con muchos más cambios que comenzará a discutir el Concejo la semana pasada, incluso atenuantes al Alcohol Cero.

Por otro lado, la presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck, apostó al “cambio cultural”.

“Acá en Rosario, el 0,5 invita a la especulación. Uno toma poco alcohol pensando que no le va a dar preocupado por el control, tenemos que esta preocupados para que nuestro vehículo no se convierta en una arma de matar cuando tomamos alcohol y conducimos”, señaló.