Un equipo de investigadores de las universidades de Massachusetts Amherst, Estados Unidos y de Quebec, Canadá, estudió la temperatura del océano Atlántico y concluyó que se encuentra en su nivel más elevado en 2.900 años.

Durante el análisis, observaron la información de termómetros y los núcleos de hielo y de sedimentos obtenidos en la zona de la isla Ellesmere, en el Ártico canadiense. Entonces, evaluaron el titanio de cada una de las capas de sedimento que conforman un indicador de la temperatura registrada a través del tiempo.

Así estudiaron la denominada oscilación multidecadal del Atlántico (AMO por su sigla en inglés), es decir, los cambios ascendentes y descendentes de la temperatura en la superficie del océano. Este indicador muestra que en la fase cálida se puede originar un número creciente de huracanes de alta intensidad e influir en la temperatura y en las precipitaciones, la investigación se publicó en Proceedings of the National Academy of Sciences. 

De esta manera, los especialistas descubrieron un patrón de períodos fríos y cálidos que se extiende desde el pasado hasta 1860 aproximadamente, mientras que a partir de ese momento, los registros tuvieron un constante aumento, tendencia que se fortaleció en las últimas décadas.

Según publicó RT, tras evaluar todas las variables, los investigadores concluyeron que el reciente calentamiento del océano no tiene paralelo en los últimos 2.900 años. Esta situación se debe tanto a factores naturales como al impacto del cambio climático y entre sus consecuencias también aparece la posible extinción masiva de muchas especies.