El último amanecer de enero en Rosario estuvo pasado por agua y bajo alerta amarilla por tormentas intensas que hacia la media mañana se trasladó al norte santafesino. Desde Defensa Civil, informaron que cayeron 40 milímetros de agua y que se detectaron ráfagas de viento de hasta 61 kilómetros por hora. Hacia el mediodía, el sol empezó a empujar con fuerza a las nubes; sin embargo, para el sábado se esperan más lluvias. 

Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el resto del viernes rosarino será caluroso y húmedo, con una temperatura máxima de 32 grados. 

En tanto hasta las 1.48 rige na advertencia a corto plazo por tormentas fuertes con ráfagas y ocasional caída de granizo en General Obligado,  San Javier, San Justo y Vera.

La tormenta en Rosario se desató en plena madrugada, después de un jueves cruzado de lluvias y chaparrones.

Volvería a caer agua este sábado.