El megalodón o megalodonte es un tiburón prehistórico supuestamente extinguido. Su nombre científico es Carcharocles megalodon, y se supone que vivió en el Cenozoico, hace entre 19,8 y 2,6 millones de años. Una teoría indica que este animal podría seguir vivo en las profundidades del océano, reavivando aquel inolvidable momento televisivo de Susana Giménez, cuando ante la noticia del hallazgo de un dinosaurio preguntó si estava vivo. 

A partir de fósiles de dientes y vértebras se pudo estimar la forma y tamaño de este tiburón prehistórico gigante. Se calcula que medía entre 10 y 18 metros de longitud.

Tenía varias hileras de colmillos de forma triangular y borde aserrado, de hasta 18,5 centímetros de alto: son los de mayor tamaño entre todas las especies conocidas de tiburones.

Se estima que hace más de 3 millones de años este tiburón prehistórico dominaba las profundidades de los mares. Fue uno de los depredadores acuáticos más letales de las la era prehistórica.

Si bien hasta ahora la ciencia había asegurado que el megalodón estaba extinto, hay algunas teorías en contrario, que advierten que podría estar al acecho todavía. Sobre la base de que en las zonas inferiores de los océanos hay madrigueras de animales primitivos, estiman que este Gigantesco tiburón podría seguir residiendo allí.

Seguramente, con el paso del tiempo habría sufrido algunas adaptaciones biológicas acorde a su camino evolutivo. Por lo tanto el megalodón hoy no tendría el mismo aspecto sino que debió adaptarse a su entorno.Uno de los cambios estaría relacionado con el tamaño. Los paleontólogos del siglo XIX recogieron datos que evidencian que sus dimensiones alcanzaban proporciones mucho mayores a la de los tiburones de la actualidad.

La investigación, basada en los fósiles hallados, no es demasiado completa debido a que los restos orgánicos de los tiburones prehistóricos se deterioraron rápidamente por la salinidad del mar. Sin embargo se han encontrado algunos rastros n las cercanías de Panamá, Japón, Australia y el sureste de los Estados Unidos. Pero la evidencia no es suficiente para asegurar que aún haya megalodontes vivos conviviendo con la fauna marina actual.Algunas de estas teorías parecen responder al imaginario colectivo, que siempre se alimenta de misteriosos monstruos que sólo algunos privilegiados llegan a ver, según publicó National Geographic.