A casi un año de comenzado el inicio del conflicto, los enfrentamientos entre civiles de ambas naciones continúan acentuándose y ahora un grupo de futbolistas rusos y ucranianos que se encontraban en un hotel turco, se cruzaron a golpes de puño e insultos. La razón: la invasión rusa y posterior guerra desatada en Ucrania.

La violencia entre ambos grupos que se encontraban en el lugar realizando una concentración, fue tal que tuvo que intervenir la Policía local para controlar la situación.

El cruce se originó en el Hotel Royal Seginus en la ciudad de Antalya, Turquía. En ese lugar, los jugadores de Shinnik Yaroslavl, de la segunda división de Rusia, e integrantes del Minaj FC, de la primera categoría de Ucrania, no pudieron dejar de lado el conflicto bélico que los trasciende, según información recogida por Ámbito.

Según precisó el medio Iusport, desde el lado ruso, el conflicto inició cuando un futbolista ucraniano llamó al capitán de los rusos y lo quiso obligar a cantar el himno de su país. Como respuesta, el líder del Shinnik pidió continuar la discusión en la calle.

En tanto, desde el bando ucraniano dieron una versión diferente. Estos afirmaron que el origen de la pelea ocurrió luego que uno de los deportistas rusos se habría comportado de forma inapropiada tras haber ingerido alcohol. La supuesta actitud del ruso provocó la reacción de los jugadores del Minaj. Más allá de quién provocó a quién, la policía logró intervenir y disipar la situación de tensión de forma temporal, precisó La Nación.

Cuando se creía que la situación se encontraba superada y bajo control, se generó un segundo enfrentamiento. Un grupo de futbolistas del club ucraniano se volvieron a encontrar en un ascensor con uno del equipo ruso y lo agredieron. Cuando las puertas se abrieron, otros deportistas rusos que esperaban para subirse al elevador tomaron nota de la situación y estalló una nueva gresca.

Serghei Kulakov, director general del Shinnik, confesó en diálogo con la agencia rusa Ria Novosti que no logra comprender cómo fue que los dos equipos terminaron alojándose en el mismo hotel.


"Habíamos realizado las reservas en noviembre y habíamos pedido expresamente no cruzarnos con ucranianos que estuviesen alojados en el hotel para evitar cualquier problema", dijo. "Comprendo que esto es un negocio, pero la seguridad debería ser la prioridad", se lamentó.