Este jueves se realizó una conmovedora suelta de globos por Candelaria Enrique, la niña de cinco años que murió al ser alcanzada por una bala perdida cuando jugaba en la vereda de una casa de barrio Alvear en los festejos de Navidad. La actividad fue en el jardín al que asistía la menor y participó su mamá, que renovó el reclamo de justicia.

Micaela dialogó con Telenoche (El Tres) y agradeció la convocatoria frente al establecimiento infantil El Sapo Pepe (Alsina al 3900), donde acudieron maestras, padres y madres, además de organizaciones y familiares de víctimas de la inseguridad y la violencia en Rosario.

Luego, la mujer, acompañada de su marido en medio de un clima de profundo dolor, pidió ante las cámaras una vez más –ya había hablado el miércoles con Radio 2– “que no se olviden de Candelaria, que no sea un crimen más, que tratemos todos juntos de buscar al culpable”.

“Esto se podía evitar y este loco que anda suelto tiene que pagar por lo que hizo. Es una persona que no tiene corazón al festejar de esa manera. Esto le va a carcomer su conciencia y tarde o temprano, si no lo encontramos, él la va a pagar”, expresó Micaela.

Candelaria tenía sólo cinco años. (Facebook/El Sapo Pepe)

Criticó la falta de información para la familia por parte de autoridades y responsables de la investigación. “No sabemos nada, no tenemos ninguna información de las personas que detuvieron, ni de las pericias, ni los allanamientos. Nadie se comunicó con nosotros. El fiscal no nos atiende el teléfono y recién hoy vino alguien de la Municipalidad para ofrecernos el pésame”, detalló.

“Sólo queremos saber qué información tienen –añadió–; lo único que tenemos nosotros es siempre por los medios. Y gente que por Facebook nos cuenta que también –en la Nochebuena– estaban sentados en sus patios y les cayeron balas”.

Por último, recordó a su hija y expresó: “Cande fue muy feliz el tiempo que estuvo con nosotros; fueron cinco años de mucha felicidad hasta que esta persona se la llevó, realmente me la arrebataron”.

Capaz el propósito de ella era salvar vidas, porque ese mismo día dio más vida. Eso nos fortalece para seguir adelante”, añadió Micaela en relación a la decisión familiar de donar los órganos de la nena fallecida.

Para cerrar, mostró un reciente tatuaje que manifiesta todo el dolor por su pérdida. En un brazo se hizo inmortalizar la frase: “Tus alas estaban listas para volar pero mi corazón no estaba preparado para verte partir”.