El Gobierno busca frenar la escalada en el precio de la carne vacuna y asegurarse además el abastecimiento del producto en el mercado interno a precios económicos.

En este marco, la secretaría de Comercio Interior que conduce Roberto Feletti está negociando con el sector para estipular precios de referencia para los siete cortes de consumo popular que hoy están vedados para la exportación.

De esta manera, el asado se vendería a $699, el vacío a $749, el matambre a $779, la falda a $499, la nalga a $799, tapa de asado a $649 el kilo y la paleta a $649, el anuncio oficial llegaría esta semana y tendría vigencia hasta el próximo 7 de abril.

La negociación de Feletti con los frigoríficos y cadenas de supermercados también comprende un punto clave y este es el volumen que se volcará al mercado local de estos cortes a precios económicos. Hasta el momento, según fuentes del sector, serían 12.000 toneladas mensuales, lo que equivale al 5% del consumo nacional.

El punto clave que destrabó la negociación con los frigoríficos fue los nuevos precios fijados, que en líneas muestran una suba de alrededor del 25% respecto a aquellos que se volcaron al mercado interno para las festividades de fin de año.

Lo que seguiría de ahora en más sería una actualización en abril próximo y la fiscalización por parte del Gobierno para monitorear el cumplimiento real del acuerdo que busca ser una bocanada de aire fresco ante la acelerada suba que viene mostrando la carne vacuna en las góndolas. Según el relevamiento del IPCVA en 2021, el producto subió más de un 60% interanual.

En este contexto, dentro de las iniciativas que está implementando el Gobierno, con una mirada a largo plazo, para terminar con las tensiones entre el mercado interno y la exportación y a su vez contar con más carne, es lanzamiento del Plan GanAr que hoy entró formalmente en vigencia y a través del cual se ofrece una línea de crédito por hasta $100.000 millones destinada a productores ganaderos, tamberos y cooperativas agropecuarias para nuevas inversiones.

Esta línea de créditos, que busca aumentar la productividad y la competitividad en carnes, leches y subproductos, cuenta con una bonificación de 7 puntos de hasta $50 millones para mipymes y hasta $250 millones para empresas grandes, con 12 meses de gracia, y un plazo de hasta 60 meses.

En tanto, para capital de trabajo y gastos de evolución el monto máximo es de $10 millones para cualquier caso, informó el Ministerio de Desarrollo Productivo, otra de las carteras que impulsó la iniciativa.

Por otra parte, dentro de las medidas que está tomando el Gobierno para contener los precios de los alimentos y sobre todo teniendo en cuenta los altos valores de los commodities en el mercado internacional, se puede mencionar también la prórroga hasta 2023 del fideicomiso, conformado con dinero de la industria, para compensar el precio del aceite en el mercado interno. A través de este mecanismo las empresas deberán desembolsar unos u$s190 millones al año para subsidiar el precio de hasta 29 millones de litros al mes del producto.

En tanto, se sigue negociando con el sector la conformación de otro fideicomiso para compensar los precios del maíz y el trigo, insumos básicos en la alimentación animal y la fabricación de panificados. El proyecto contempla subsidiar 3,1 millones de toneladas de trigo y 1,5 millones de toneladas de maíz que en la práctica están destinadas a la producción y el consumo de la bolsa de 25 kg. de harina de trigo 000, la bolsa de 25 kg. de harina de trigo 0000, fideos secos en paquete de 500 g y por último el pollo frío o congelado.

Al igual que sucede con el fideicomiso aceitero, las empresas exportadoras deberían aportar alrededor de u$s150 millones y el monto se calculará por las declaraciones juradas de ventas al exterior (DJVE) que declaran periódicamente.