La caída del proyecto de ley de humedales, por tercera vez en los últimos años, mientras los incendios devoran hasta un millón de hectáreas (según estimaciones no oficiales) generó críticas de sectores ambientalistas porque "evidentemente los intereses económicos detrás de la depredación del ambiente tienen más fuerza que el reclamo social".

César Massi, santafesino que integra la Red nacional de humedales, resumió en Radio 2 ese desazón por la no incorporación del tema a la sesiones extraordinarias al Congreso: "Esta ley venía en debate desde la mitad de 2020 y todo 2021. Teníamos un poco más de esperanza porque hubo un trabajo más intenso y con el contexto de dos años de quema interrumpida, ahora estamos en el tercero".

"Si bien la ley no es algo mágico que va a salir y solucionar el problema que tenemos hoy, porque el Delta es un territorio que está abandonado con la ley y sin la ley, al menos una norma obligaría a los funcionarios a ponerse a trabajar, destinar recursos, hacer inventarios y ordenar territorio. Ahí puede cambiar la cosa", dijo.

En ese sentido, aclaró que el fuego sobre las islas y el humo que afecta a las ciudades como Rosario son graves pero detrás persiste una trama de intereses que afectan al medio ambiente. "Los incendios no son la única cosa, es lo más visible pero todos los días se abren barrios privados sobre los humedales", graficó.

Massi también mencionó los proyectos vinculados al litio que afectan, no solo al flamenco y otra fauna y flora, "también a las manchitas de agua de pueblos que dependen de los humedales".

Esos lobbies aparecieron con fuerza en la comisión de Agricultura de Diputados después del consenso logrado en la comisión de Ambiente. El especialista en plantas afirmó que ahí se expresaron los intereses de las madereras (que producen materia prima para cajones de manzana o muebles) y de las mineras que usan el agua.

Mientras tanto, después de un 2020 en donde la quema arrasó con la zona del Piecas y un 2021 en donde ese escenario se agravó ("en dos años se perdieron un millón de hectáreas", estimó Massi) "después de dos años el humedal se va complicando de regenerar su vegetación, ni hablar de la fauna, las aves que dependen del agua como los patos, no hay pajonales".

"El humedal se está transformado en una pampa, que tiene que ver con la sequía pero también por una agresión de dos años de fuego y entramos a un tercero, porque seguimos con La niña hasta mitad de año", continuó.

Por todo eso, afirmó que una ley de humedales -que según adelantó el diputado nacional Enrique Estévez a Radio 2 se volverá a presentar este año con la base de lo ya acordado en comisiones- sería vital para "controlar lo que pasa en el territorio y ordenarlo".