Después de tres semanas de reuniones y relevamientos por los barrios, la Municipalidad de Rosario y el Ministerio de Defensa de la Nación acordaron un esquema de trabajo para que ingenieros del Ejército realicen tareas de urbanización. Serán equipos de unas 50 personas por punto y estarán custodiados por agentes federales.

El cronograma fijó prioridades y la primera etapa avanzará en barrio Tío Rolo, Madres de Plaza de Mayo y Sorrento y Cullen con tareas de apertura de calles, colocación de cañerías y movimientos de suelo, según la necesidad de cada lugar.

En Tío Rolo, por ejemplo, el Ejército completará un acueducto para llevar agua potable a una zona sin ese tendido. Y para eso, es necesario abrir el borde del asentamiento con una calle de tierra que será estabilizada por el municipio.

La coordinación se activó como consecuencia del anuncio del presidente Alberto Fernández el 7 de marzo pasado, cuando además de enviar más gendarmes y policías federales dispuso el arribo a la ciudad de miembros de la Dirección General de Ingenieros e Infraestructura del Ejército.

Fuentes oficiales confirmaron a Rosario3 los avances registrados en una última reunión de trabajo y este martes el intendente Pablo Javkin elevará a Nación una nota formal.

Ese texto es clave porque pedirá la intervención de esa fuerza con fines exclusivos de contribuir a la urbanización de los barrios, una de las maneras de mejorar la convivencia y bajar los niveles de violencia extremos en algunos puntos de la ciudad.

Ni demorados ni inseguros

 

Desde el Ministerio de Defensa de la Nación aseguraron a este medio que las unidades de trabajo estarán conformadas por unos 50 ingenieros y técnicos de esa dirección especial, que es una de las cinco armas en las que se divide el Ejército.

Según el sitio oficial de esa cartera, su rol en una misión es construir “caminos, puentes y otras obras de importancia”. Suele estar asociado a un combate pero la ley también estipula que pueden intervenir para asistir a la comunidad, bajo pedido de un municipio (de allí la importancia de la carta de Javkin). Eso mismo ya ocurrió en un predio de Los Hornos, La Plata, la provincia de Buenos Aires.

Fuentes de Defensa desmintieron que los militares hayan solicitado venir armados o que haya existido una disputa por la seguridad de esos equipos. “No hubo ningún problema. La custodia estará a cargo de los agentes federales que están presentes en la ciudad. Tampoco hay demoras, son los tiempos lógicos de este tipo de trabajos”, aclararon.

El proceso

  

Después del anuncio que realizó el presidente Fernández, el pasado 7 de marzo, en medio del estallido en Los Pumitas por el asesinato de Máximo Jerez de 11 años, se iniciaron las primeras gestiones.

La ciudad envió un listado de posibles tareas a encarar con más de doce opciones y la semana siguiente, el 15 de marzo, hubo un relevamiento en conjunto por las zonas mencionadas

Miembros del Dirección General de Ingenieros e Infraestructura del Ejército evaluaron las chances concretas de operar. Entre los barrios analizados se encuentran Tío Rolo, Sorrento y Cullen, Ludueña o Vía Honda, entre otros. 

Las dificultades técnicas surgieron. No es lo mismo instalar una cañería de mil metros para llevar agua potable a una zona sin acceso que abrir calles de tierra o realizar movimientos de suelo con maquinaria. ¿Quién compra los caños, quién alquila las máquinas? Tampoco es igual un asentamiento reconocido como tal por la ley de barrios populares (el registro nacional del Renabap) que áreas por fuera de ese marco normativo. 

“Hemos avanzado pero es una tarea que debe ser coordinada. Hay que definir los trabajos, que no se pisen con las licitaciones que están en marcha, calcular los costos, armar los presupuestos y después conseguir las partidas”, explicó una fuente de Defensa. 

Una suerte de sintonía fina. Desde el Palacio de Los Leones lo resumieron así: “Ellos pueden abrir una calle pero no pavimentar, entonces empiezan el trabajo y después nosotros lo completamos”. 

A partir de este nuevo paso, se abre la última etapa y en las próximas semanas deberían comenzar a ejecutarse los trabajos. El objetivo es que sea "lo antes posible" durante abril. Entonces sí, aquel anuncio presidencial para enfrentar la violencia que sufre la ciudad hace tiempo (y que quedó por un puñado de días en la agenda nacional) comenzará a ser una realidad.