“Pancracio”. El mundo se construye con palabras y la falta de un nombre conocido para ese extraño bicho negro de escaso movimiento –tonto podría decirse– que invadió Rosario en los últimos días motivó a una familia a bautizarlo de ese modo. En otra casa, una niña adoptó a un par de visitantes: puso a los ejemplares adentro de un frasco de vidrio y agregó hojas, no está claro si como comida o hábitat. Otros lugareños sorprendidos por el fenómeno volcaron sus quejas en las redes sociales o, directamente, los matan en silencio. Pero, ¿qué son y de dónde vienen estos insectos nocturnos rompe cuarentena?

En primer lugar, el "bicho negro" es un coleóptero, conocidos como escarabajos o cascarudos. En segundo término, una aclaración casi innecesaria a la luz de su aspecto nada temible: no es peligroso ni pica.

Desde el área de Vectores de la Municipalidad de Rosario afirmaron que se trata de “un coleóptero que no es un vector (un agente que puede transmitir alguna enfermedad) ni tiene importancia sanitaria”.

Su proliferación en los últimos días se explica en las condiciones climáticas de un verano extendido, con altas temperaturas y humedad.

Las fuentes consultadas confirmaron que el nombre científico no es “Pancracio” pero no pudieron precisar del todo su identidad.

Carlos Tasinato, de la dirección de Vectores local, afirmó a Rosario3 que “es un insecto del orden de los coleópteros que tienen 135 mil especies de manera que identificarlo llevaría un buen tiempo, pero pertenece a la familia de los carábidos”.

Según el especialista, la especie tiene una alimentación muy variada de vegetales, semillas y también de otros insectos. Esta suerte de cascarudo pequeño que “probablemente pertenezca al género barypus, hasta podría llegar a ser benéfico”, agregó.

“Hay que tener en cuenta que si se alimentan de insectos son benéficos. Poseen alas como todos los coleópteros pero con capacidad de vuelo no tan sofisticada como una mosca”, siguió la descripción.

“Su aparato bucal es de tipo masticador y no picador, a diferencia de un insecto como por ejemplo el mosquito que sí tiene importancia sanitaria”, diferenció Tasinato.

Nuestro "bicho negro" se trata entonces de un insecto inofensivo, cuanto mucho molesto, que suele pasar desapercibido pero el calor y la humedad lo invitaron a ocupar nuevos espacios y violar las cuarentenas de los rosarinos, como esos cantantes y músicos anónimos que proliferan en estas épocas de encierro y prueban suerte en los balcones.