La CGT espera con cautela el DNU que anunciará esta noche Javier Milei: sus dirigentes tienen información de que la reforma laboral que lanzará el Gobierno no complicará a los sindicatos, pero luego del discurso del Presidente intercambiarán llamados y se reunirán la semana próxima para analizar la estrategia que adoptarán ante los cambios que vienen en el mundo del trabajo.

La actitud de prudencia de la cúpula cegetista ante los anuncios del jefe del Estado fue confirmada esta mañana por Pablo Moyano (Camioneros), uno de los cotitulares de la central obrera: “Lo que se viene escuchando son solamente anuncios o títulos. Vamos a esperar luego que el Presidente anuncie hoy un terrible plan de ajuste, modificación de leyes laborales, temas de indemnizaciones, de Ganancias, seguramente va a haber una reacción inmediata de reuniones para analizar, para judicializar el DNU y ver qué medidas se pueden llegar a tomar”, señaló a la radio AM 750.

“El derecho a reclamar o a protestar está en el abanico de las organizaciones sindicales”, resaltó el dirigente camionero para justificar un eventual rechazo de la CGT las medidas del DNU. Y advirtió: “Nadie va a quedarse con los brazos cruzados mirando cómo te quitan derechos”.

De todas formas, a partir de las conversaciones reservadas que mantiene el ministro del Interior, Guillermo Francos, con los miembros de la CGT, la dirigencia sindical tiene cierta tranquilidad que los puntos más irritativos de la reforma laboral proyectada por Milei quedaron desactivados.

Una de las medidas que prendió el alerta sindical fue la idea de los libertarios de limitar la ultraactividad de los convenios colectivos, que obliga a mantener su vigencia hasta no negociar uno nuevo: según les aseguró Francos, se mantendría ese principio para las condiciones de trabajo pactadas entre empresarios y sindicalistas. Al parecer, tampoco se tocarían las cuotas solidarias, que son aportes extraordinarios a los gremios por parte de afiliados y no afiliados que son incluidos en los convenios, generalizados desde los años 90 para compensar la desafiliación.

Como anticipó Infobae, en la reforma laboral de los libertarios no habrá modificaciones en la Ley 23.511 de Asociaciones Sindicales: eso implica que no se impulsa ninguna limitación de los mandatos sindicales que implique prohibir la reelección perpetua ni tampoco la instrumentación del voto electrónico en las elecciones gremiales para hacerlas más transparentes.

Aun así, uno de los temas que precipitará una oleada de reclamos sindicales es la decisión de regular el derecho de huelga mediante la incorporación de la educación y el transporte entre los servicios esenciales, con el mantenimiento del 50% de la actividad normal. El secretario de Políticas Educativas de la CGT, Sergio Romero (UDA), advirtió que si incluyen a la educación como servicio esencial “el Gobierno se meterá en un callejón sin salida porque no se puede hacer por DNU” y recordó que ya lo había intentado hacer Patricia Bullrich cuando fue ministra de Trabajo de la Alianza, pero “UDA lo frenó mediante una presentación judicial que dio lugar a un amparo que nos dio la razón”.

“Vamos a agotar todas las instancias y realizar todas las acciones sindicales que correspondan para que se revise esa medida”, anticipó Romero, quien interpretó que el Gobierno “pretende reglamentar el derecho de huelga” y pidió que “se dedique a mejorar el salario de miles de docentes que cobran por debajo de la línea de la pobreza en lugar de tomar decisiones impopulares”.

Más allá de la estrategia que defina la CGT, sus dirigentes profundizarán sus contactos políticos para buscar aliados ante medidas del gobierno de Milei que no comparten. Este martes estuvieron reunidos con los gobernadores del peronismo, antes de su encuentro con el Presidente, para pedirles que frenaran la reinstauración del Impuesto a las Ganancias y para mañana, jueves, tienen previsto un encuentro en el Congreso con el bloque de diputados nacionales de Unión por la Patria.

La idea de la dirigencia cegetista es analizar la situación política y económica y la agenda legislativa para consensuar posiciones y ponerse de acuerdo en rechazar los proyectos del Gobierno que “vayan en contra de los intereses de los trabajadores”. En ese mismo sentido, en la CGT proyectan encuentros similares en los próximos días con legisladores de la UCR y de otros partidos políticos.

El cerebro de esta estrategia es el líder de la Uocra y secretario de Relaciones Internacionales de la CGT, Gerardo Martínez, el mismo dirigente que se reunió en secreto con Milei en septiembre pasado y que integra la delegación cegetista que mantiene contactos reservados con Francos.