La Defensoría del Pueblo de Santa Fe declaró admisible una queja de vecinos de Villa La Ribera, afectados por el tránsito pesado sobre la ruta 91, sobre todo en época de cosecha gruesa, y pidió al gobierno y a los legisladores que incluyan una partida en el Presupuesto 2022 para realizar las obras pendientes.

El organismo provincial recomendó al ministro de Economía santafesino, Walter Agosto, la inclusión de fondos específicos para hacer frente “a las obras viales impostergables que resuelvan definitivamente el problema del tránsito pesado que pasa por Villa La Ribera por la Ruta Provincial 91 en su camino a las terminales portuarias de la zona de Timbúes”. 

La Defensoría hizo extensivo el pedido a los senadores y diputados de la provincia y "les recomendó su tratamiento urgente", según resumió a Rosario3 Gisella Signorelli, ex funcionaria de la comuna.

La vocera del grupo que demanda soluciones a un problema de vieja data aclaró que el organismo “dictaminó que hay afectación de derechos e instó al Poder Ejecutivo y al Legislativo que incluya una partida en el presupuesto para obras de La Ribera".

Ahora, Signorelli pidió a los legisladores que tomen el asunto y lo aprueben en lo que queda del año.

Entre otras cosas, el pedido que cuenta con el aval de la Defensoría tiene el objetivo de evitar “siniestros viales -ya hubo varios con pérdidas de vidas humanas-, el daño a la salud por emanaciones tóxicas de los motores y escapes de los camiones, venteo de cereal, contaminación sonora y otras molestias, como así también, el consiguiente daño ambiental y a la calidad de vida que dicha actividad produce”.

La Ribera es una pequeña localidad ubicada a 30 kilómetros al norte de Rosario, entre Timbúes y Oliveros. Está atravesada en un tramo por la RP 91 y enmarcada entre la autopista Rosario - Santa Fe y la Ruta Nacional Nº 11.

“Por su ubicación, cercana a numerosas terminales portuarias instaladas sobre la zona de Timbúes y con salida al Río Paraná, quedó atrapada en el centro neurálgico del mayor polo agroexportador del mundo. Y por las vías de comunicación señaladas, transitan en el tramo de la RP 91 que pasa por esa población, miles de camiones cerealeros en su camino a las terminales portuarias. Se forma allí un verdadero embudo donde converge todo el tránsito pesado. Este problema lleva más de 20 años sin solución alguna”, añadieron los vecinos en su descargo.