La Ley de Educación Sexual Integral (ESI) está vigente en Argentina desde hace casi 17 años y su implementación en las distintas provincias avanza con ritmo desigual. La encuesta de Rosario3 y MEC Consultores sobre distintos aspectos de la enseñanza y el aprendizaje en escuelas de Santa Fe demostró un contundente respaldo a la Educación Sexual Integral (ESI) en el aula: casi el 90 por ciento de quienes participaron del sondeo de opinión apoya su dictado.

Cómo se implementa hoy la ley nacional en las instituciones educativas de la provincia. Cómo fue cambiando la opinión de madres y padres a medida que comprendieron de qué se trata. Qué preguntan niñas, niños y adolescentes. Qué necesitan los legisladores para ponerse a la altura de la agenda social joven. Algunos de los interrogantes abordados desde la gestión oficial y la capacitación en escuelas en directo contacto con estudiantes.

El 88% de los encuestados está de acuerdo o muy de acuerdo con que se trabaje la Educación Sexual Integral en el aula. 

La ley 26.150

 

El 4 de octubre de 2006 se sancionó la ley de Educación Sexual Integral que tiene como objetivo garantizar la ESI de todos los niños, niñas y adolescentes. El artículo 1 de la ley establece que: “Todos los educandos tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada de las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal. A los efectos de esta ley, entiéndase como educación sexual integral la que articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos”.

El documento dirigido a educadores expresa de manera introductoria cuáles son los parámetros de trabajo en el marco de la ley: “(…) la educación sexual constituye una oportunidad para que la escuela, en articulación con otros actores, fortalezca la búsqueda de respuestas eficaces a situaciones de vulneración de derechos como lo son la violencia, el abuso y el maltrato hacia niños, niñas y adolescentes, e implemente medidas de protección y reparación para atender a estos problemas”, dice textualmente.

Además, (lo consignamos de manera resumida) indica que “el documento está pensado y orientado a respetar la identidad de niños, niñas y adolescentes, y a ofrecer en la escuela un espacio de comprensión, respeto y acompañamiento. Explica que la sexualidad no se limita a un aspecto físico y que debe contemplarse la manifestación emocional de los educandos”.

La ESI en Santa Fe

 

“En la provincia, después de 17 años la ley está en discusión por tercera vez. El proyecto fue aprobado por la Cámara de Diputados y está detenido en el Senado, y si bien sería deseable contar con una ley provincial que brinde apoyo político y más recursos al Programa, la ESI trabaja sin problemas con la ley nacional, porque la educación es pública y los recursos provienen de la Nación”, explica a Rosario3, Ximema Frois, coordinadora jurisdiccional de Educación Sexual Integral del Ministerio de Educación de la provincia, docente, vicedirectora e integrante del equipo ESI desde hace once años. Y añade: “Obviamente, que me gustaría que nuestra Legislatura se ponga a la altura de una agenda social joven donde la ESI es un tema primordial.

El equipo ESI en la provincia está formado por 37 integrantes divididos en ambos institutos superiores de magisterio: el 13 de Santa Fe y el 14 de Rosario. La función del equipo ESI incluye: acercar instancias de reflexión crítica a la docencia sobre sus propias prácticas y brindar recursos y materiales para la transversalización curricular de la educación sexual integral.

Me gustaría que nuestra Legislatura se ponga a la altura de una agenda social joven donde la ESI es un tema primordial.


El equipo no trabaja directamente con el alumnado, sino que articula las condiciones políticas para que la pedagogía y la didáctica de la ESI se lleven adelante en las escuelas. El Programa de Educación Sexual Integral se inscribe en el marco de la ley nacional 26.150 promulgada en 2006 y tiene aplicación en todas las provincias.

En Santa Fe hay alrededor de 80.000 docentes, cerca de un millón de alumnos y 4.700 establecimientos educativos, y a partir del año 2020 “se trabaja con todos los niveles y modalidades (especial, contexto de privación de la libertad domiciliaria y hospitalaria, técnica, jóvenes y adultos, entre otras) en la producción de distintos materiales”, describe la funcionaria.

Es amplia la gama de producciones que desarrolla el equipo, desde lo estrictamente curricular hasta eso que opera como el currículum oculto. En esa línea, se enfocan, según detalla, en cómo transformar esas prácticas que no están escritas en ningún lado, pero siguen realizándose en las escuelas, como por ejemplo, los baños con estereotipos de género varón y mujer.

“Hablamos de vida en diversidad y conciencia en diversidad y no toda la docencia habla de esto. Nos cuesta mucho transformar esas cuestiones del currículum que no se habla, pero que es el que más acciona”, señala la coordinadora.

El protagonismo joven e infantil

 

El equipo ESI provincial nota un progresivo “crecimiento del protagonismo joven y también infantil en el ejercicio de sus derechos” y los temas por los que reciben consultas con mayor frecuencia, son los relacionados con identidad de género.

También los convocan los centros de estudiantes cuando no encuentran respuestas a su necesidad de ejercer, por ejemplo, sus derechos sexuales. “En este último caso −aclara− acercamos una línea que se llama «la ESI en juego», con propuestas lúdicas que tienen que ser acompañadas por docentes de cada escuela. También compartimos charlas para hablar de derechos sexuales, entre otras actividades”.

Hay mucho protagonismo político del estudiantado en el ejercicio de los derechos sexuales para una ciudadanía sexual.

Del nivel inicial y primaria, el ejercicio de los derechos de la libertad y la decisión sobre el propio cuerpo y sobre la identidad sexual, aparecen entre los planteos más frecuentes. De la educación secundaria, se destaca la disputa y la lucha por los derechos que faltan.

“Hay mucho protagonismo de las organizaciones estudiantiles. No sólo de los centros de estudiantes, sino también de otras organizaciones cuyos integrantes, a veces pasaron toda su escolaridad sin hablar de educación sexual integral y hoy quieren dejar prácticas y formas de trabajo en el marco de la ESI para sus compañeros. Hay mucho protagonismo político del estudiantado en el ejercicio de los derechos sexuales para una ciudadanía sexual. Plantean temas como: violencia sexual, un mundo más justo, paridad de género en el trabajo, la ciencia y la tecnología para una justicia sexual, entre otros, “remarca Frois.

A su vez, desde las capacitaciones a las y los docentes, el equipo provincial apunta a: género, afectividad, diversidad, cuerpo y derechos, que se muestran “como una rueda para ver que se dan todos al mismo tiempo y que se puede comenzar desde cualquiera de ellos”, según la situación a tratar y la demanda concreta.

“La ESI viene avanzando de forma sostenida durante 17 años en la garantía de derechos. Lo hace recuperando la demanda y exigibilidad creciente de una ciudadanía cada vez más consciente de la fundamental democratización de la sexualidad, a partir del fortalecimiento de las pedagogías críticas y de la organización institucional y comunitaria. En este sentido es un programa educativo fuera de serie y estoy orgullosa de ser parte de esta historia”, expresa Frois.

Del desconocimiento y el rechazo a las dudas y la aceptación

 

Haciendo un poco de historia, la referente provincial de la ESI analiza el devenir del programa en Santa Fe y la actitud de madres y padres en relación con su implementación en las escuelas. Aún se recuerda la campaña “Con mis hijos no” que promovieron muchas familias en rechazo a la ley ESI, antes y después de su promulgación.

“El primer tiempo, entre los años 2010 y 2012, había mucho desconocimiento y trabajamos sobre el paradigma tutelar y el paradigma de protección integral de derechos de niñas, niños y adolescentes, que alude al tiempo en que la persona ya no está bajo tutela, sino que es un sujeto de derecho y debe ser escuchado y respetado. Nuestras primeras conversaciones con las familias se orientaban a informar que trabajábamos la idea de cuerpo para el conocimiento de las partes íntimas y de la privacidad propia. Que niños y niñas debían ser escuchados; el derecho a que todos seamos visibilizados de la misma manera y tener las mismas oportunidades; las prácticas cotidianas de trabajo y la desigualdad entre mujeres y varones, entre otros temas. Entonces, las familias nos decían: «Ah, era esto»”.

“Después, entre los años 2016 y 2018, hubo un período muy fuerte durante la disputa de la ley de Interrupción voluntaria del embarazo, donde aparecieron sectores que manifestaron su voluntad política antiderechos. Hubo denuncias a docentes porque trabajaban la ESI y mucho ataque a la docencia cuando no estaban de acuerdo porque en Educación Física se hablaba de las partes del cuerpo o porque en Literatura se leía un cuento de Abelardo Castillo con el que no estaban de acuerdo”.

Según explica la coordinadora provincial, “ahora mermó mucho el ataque y vuelven a aparecer situaciones en las que las familias, si bien desconocen de qué se trata la ESI, una vez que se les informa, la consideran muy beneficiosa. También se están dando casos de personas que nos informan que en determinada escuela no hay ESI para ver cómo podemos hacer para implementarla.

La ESI cara a cara en las escuelas

 

“Tanto en Santa Fe como en el resto del país, la implementación de la ESI es dispar porque muchas veces queda sujeta a la buena voluntad de la compañera o el compañero docente y no al compromiso institucional. Las y los docentes son quienes tienen la experticia para transversalizar la educación sexual integral en las aulas, sin que sea necesario convocar a ningún especialista. Aún así, es muy importante también el compromiso institucional que autoriza el trabajo de la ESI”, explica María Dolores Covacevich, secretaria de ESI en el Instituto Politécnico, referente de géneros y sexualidades en el IES 28, capacitadora en ESI y Ley Micaela en varios ámbitos, desde 2015.

La ESI llegó para incomodarnos, para habilitar la palabra y para poder dar respuestas.

“La ESI es obligatoria para todos los niveles y todos las modalidades del sistema educativo. En general, notamos una buena recepción, aunque a veces se presentan algunas resistencias de algún docente o de familias en torno a alguna temática en particular. Pero también en eso consiste nuestro trabajo: en interpelarnos, en hacernos preguntas incómodas que atraviesan nuestras individualidades. La ESI −asegura− llegó para incomodarnos, para habilitar la palabra y para poder dar respuestas con conocimientos válidos, científicos, actualizados y confiables, en las instituciones educativas donde niñeces y juventudes pasan mucho tiempo”.

En el cara a cara con estudiantes, las preguntas más reiteradas están relacionadas con la prevención de embarazo no deseado, prevención de abusos, conocimiento del derecho a poder decir «no» frente a situaciones inadecuadas, estereotipos de género y prevención de violencias por razones de género. “Las temáticas varían en relación con las edades y formaciones de los destinatarios en cada ámbito”, describe la profesional, quien además de capacitar en temas relacionados con ESI, acompañó abordajes institucionales en relación con vulneración de derechos, a través de los mecanismos disponibles.

La ESI se convirtió en bandera del estudiantado y eso es un logro importante.

En cuanto a lo logrado y lo pendiente, la docente señala que hay mucho camino recorrido, pero al mismo tiempo siempre está todo por hacer y todo por construir: “Hay un montón de debates ganados en la sociedad. La ESI se convirtió en bandera del estudiantado y eso es un logro importante”, reconoce, al tiempo que admite la necesidad de “lograr una ley provincial de ESI que garantice la territorialidad de la normativa propia y la actualización en torno a las necesidades de la propia provincia”.