La última luna llena del invierno tuvo lugar durante la noche de este miércoles, momento en el que se pudo apreciar la llamada “cara de la Luna”, aunque en nuestra región las nubes de lluvia lo impidieron. Se trata de una ilusión óptica con la forma de un rostro, provocado por los accidentes en el terreno lunar.

Queda claro que el satélite natural de la Tierra no tiene ojos, nariz y boca. Sin embargo, hay un efecto psicológico que nos permite ver formas reconocibles donde no las hay. Esto se conoce como pareidolia.

Es decir, cualquier objeto o conjunto de objetos con forma de una cara que veamos activa los mismos procesos cognitivos que cuando vemos una cara de verdad, según estudios al respecto.

La cara de la luna se conforma por las grandes zonas oscuras de la superficie lunar: los ojos lo forman el Mare Imbrium (1) y el Mare Serenitatis (2), la nariz los mares Vaporum (3) e Insularium (4), y la gran boca los mares Cognitum (5) y Nubium (6).

Las zonas oscuras son llamadas “mares”, aunque no tienen agua, son accidentes provocados por el impacto de meteoritos en la superficie lunar a lo largo de millones de años, según publicó Crónica.