El astronauta Frank Rubio, que batió el récord de vuelo espacial continuo más largo, aterrizó el pasado miércoles junto a otros dos astronautas rusos en la estepa de Kazajistán. Rubio estuvo más de un año en la Estación Espacial Internacional (EEI).

“Serguéi Prokopiev y Dmitri Petelin pasaron 370 días, 21 horas y 22 minutos en el espacio, el vuelo más largo en el marco del programa de la Estación Espacial Internacional”, subrayó la agencia espacial rusa Roscosomos en un comunicado. El miércoles pasado, Rubio regresó a la Tierra en la cápsula Soyuz MS-23. Aterrizó al sureste de la ciudad de Zhezkazgan.

”Es bueno estar en casa”, fueron las primeras palabras de Rubio, de 47 años. Además, afirmó que mantuvo una actitud positiva a pesar de altibajos emocionales y por pasar tanto tiempo lejos de su familia. El pasado jueves se reencontró con su familia luego de 371 días. 

El pasado 11 de septiembre, Rubio superó el récord anterior de la NASA de 355 días consecutivos en el espacio, establecido por el astronauta estadounidense Mark Vande Hei, ya retirado. Además, es el primer estadounidense que pasó un año completo en el espacio y el primero de origen salvadoreño en haber viajado al espacio. 

De El Salvador al espacio exterior

 

Nacido en Los Ángeles de padres salvadoreños, Rubio es parte de una misión conjunta entre la Nasa y Roscosmos. En un video de presentación de la agencia estadounidense en 2022, el astronauta relató que el haber sido el hijo de una adolescente migrante que lo crio por su cuenta le enseñó el valor de la autosuperación y el esfuerzo.

Rubio siempre recuerda cómo se unió al Ejército en el año 1998 con el objetivo de pagar sus estudios universitarios. Según informó CNN, tras graduarse de la Academia Militar, obtuvo un doctorado en medicina de la Universidad de Servicios Uniformados de Ciencias de la Salud en 2010. Voló más de 1.100 horas, incluyendo más de 600 horas de combate durante sus despliegues en Bosnia, Afganistán e Iraq. Para eso, obtuvo una certificación como piloto de helicópteros.

En el año 2017 un impulso lo llevó a dar un paso más allá de su carrera militar, al intentar ingresar a la Nasa para convertirse en astronauta. Allí fue uno de los 12 seleccionados de entre 18 mil aspirantes. Desde entonces, completó un programa de entrenamiento de astronauta de dos años que incluyó desafíos físicos y académicos grandes, desde sistemas de soporte vital hasta manejo de electricidad en la Estación Espacial Internacional. Para eso pasó por entrenamientos físicos a bordo de aviones que pueden volar a velocidades supersónicas como el Northrop T-38 Talon.

Por último, en una entrevista reciente con CNN, Rubio dijo que si hubiera sabido que su estancia en la estación espacial sería el doble de lo previsto originalmente, "probablemente habría declinado" la asignación antes de comenzar el entrenamiento.

"Y eso solo por las cosas familiares que estaban pasando este último año", dijo. "Y si hubiera sabido que tendría que perderme esos acontecimientos tan importantes, simplemente habría tenido que decir: 'gracias, pero no, gracias'".