Este martes Carlos Bocacha Orellano hubiera cumplido 24 años. Lo encontraron muerto en el río Paraná el 26 de febrero. Dos días antes había salido a bailar al boliche Ming en La Fluvial. Su familia y amigos decidieron homenajearlo ayudando a otros. En su casa de barrio Empalme Graneros cocinaron locro que repartieron entre unas casi mil personas.

“No podemos festejar, pero sí honrarlo”, dijo una de sus primas mientras servía la comida en tapers. Con guantes, gorrita, barbijo y mascarilla.

Ante la pandemia de coronavirus, los Orellano decidieron cumplir uno de los sueños de Bocacha: darles de comer a los más necesitados. Una amiga suya contó que quería abrir un merendero o comedor. Todos sus amigos colaboraron. Planeaban cocinar unas 300 porciones pero consiguieron tantas donaciones que pudieron servir tres veces más.

En recuerdo a Bocacha cocinan para los que más lo necesitan

“Creímos que fue la mejor manera y que allá arriba estaría contento de ver esto”, dijo el papá de Bocacha, Edgardo, quien reclamó al fiscal de la causa, Patricio Saldutti que mueva la investigación.

“Con el pretexto del coronavirus, el fiscal duerme tranquilo”, se quejó Edgardo quien, junto a su esposa, fue recibido por el presidente Alberto Fernández el 27 de febrero pasado –a poco de la aparición del cuerpo de su hijo– en Rosario.

Cómo está la causa

A poco más de dos meses de la muerte de Carlos, la investigación cuenta con varias medidas en curso, aún a pesar del aislamiento obligatorio, pero sin datos esclarecedores de lo ocurrido.

“Se tomaron las entrevistas al personal que trabajó en el local bailable a la noche del hecho, esto incluye personal de seguridad, DJ, fotógrafo, personal de barra, cajeros y runners (quiénes son los que llevan los insumos durante la noche dentro del local) y también se entrevistó a personal de relaciones públicas”, informaron a principios de abril desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA).

Además, se tomó testimonio a un grupo de pescadores que estaban en la madrugada del hecho en la barranca cercana a la explanada del boliche y se entrevistó a personal complementario que trabajó esa noche. Ninguno aportó datos concretos para la causa.

En el mientras tanto, hay 12 celulares para peritar, entre otras medidas.