En los últimos días, un llamado a licitación del Ministerio de Salud para realizar una compra de materiales destinados a la educación sexual causó tanto indignación como aprobación en las redes. Sin embargo, no solo se abrió el debate sobre los penes de madera, sino que también sobre la propia experiencia de los usuarios a la hora de aprender los diferentes aspectos de la sexualidad.

Todo comenzó el 24 de junio, cuando Sandra Marcela Tirado, secretaria de Acceso a la Salud de la Nación dio luz verde a un pedido de la Dirección de respuesta al VIH, ITS, Hepatitis virales y Tuberculosis para comprar 10.000 penes de madera pulida. El pedido, con un presupuesto de 13.371.100 pesos, también incluye dispensers de preservativos y maletines de color turquesa.



Durante este fin de semana, los usuarios de Twitter comentaron la noticia y se sumaron al hashtag viral "Mi ESI" contando sus experiencias a la hora de la aplicación del Programa Nacional de Educación Sexual Integral.