Un colegio de Essonne, Francia, tiene uno de los profesores más extraño de todos. Es Sylvain Hélaine, un hombre de 35 años que tiene el cuerpo completamente tatuado. Además de maestro, es comediante y modelo, lugares en los que su aspecto es un añadido, pero en la escuela es donde su cuerpo lleno de tinta le da más problemas.

Una madre lo acusó en el diario francés Le Parisien de "dar miedo a los niños" y pidió que se le apartara de las clases de infantil y primaria. Sin embargo, él asegura que no es así y que, tras sorprenderse al principio, sus alumnos se olvidan rápidamente de sus tatuajes.

Recientemente, este hombre, conocido como Freaky Hoody, se tatuó también el blanco de los ojos y parece no querer parar allí. "Cuando te apasiona algo, nunca es demasiado, mientras no dañe mi salud, seguiré para siempre", declaró a The Sun.

"A veces una abuela me ve en el recreo y llama a mi jefe para decirle: 'Oye, ¿quién era ese tío raro que estaba con los niños?'. Pero cuando ven que soy un buen profesor, no hay ningún problema", comentó. "Cuando se dan cuenta de que nunca deben juzgar un libro por su portada, todo está bien".

Los niños lo llevan realmente bien, según Sylvain Hélaine, y él siente verdadera pasión por la enseñanza: "Lo que más me gusta de la profesión es que puedes moldear las mentes jóvenes para intentar que sean mejores personas".

"Creo que los estudiantes que me ven aprenden mucho sobre la tolerancia y el respeto a los demás. Quizá, sin darme cuenta, siendo como soy puedo conseguir que cuando sean adultos tengan menos probabilidad de ser racistas, homófobos o de que traten mal a las personas discapacitadas. Así que creo que es positivo", opinó a los medios franceses, según publicó Crónica.