Marcelo Pipi Andrada, secretario general del Sindicato de Recolectores, tomó la decisión de bautizarse, tomar la comunión y la confirmación en el mismo momento y a sus 50 años.

La particular ceremonia se realizó este sábado y fue encabezada por monseñor Eduardo Martín, el arzobispo de la ciudad de Rosario. 

El referente de los recolectores de Rosario no había sido bautizado de niño y quiso acercarse a la Iglesia después de un año difícil.

Andrada estuvo acompañado por sus familiares y afiliados del sindicato, quienes llegaron hasta la parroquia Nuestra Señora del Carmen en Funes para saludarlo por su bautismo, comunión y confirmación.

Según contaron desde su entorno, el dirigente sindical tomó la decisión "acercarse a la Iglesia y a Dios" tras vivir situaciones complejas, como la detención de su hijo a partir de un hecho policial. También había sido denunciado por una balacera cuando fue candidato a concejal en 2017.

Con fe renovada, Andrada pretende renovar en diciembre su cargo de secretario general del gremio de Recolectores por otro periodo.