Edgardo Orellano, el padre de Carlos “Bocacha”, el joven hallado muerto en el río después de haber estado en el boliche Sr. Ming de La Fluvial en febrero pasado, pidió investigar al dueño del local nocturno y señaló que en una financiera del centro de Rosario ligada al lavado de dinero del narcotráfico fueron encontrados DNI que habían sido robados o perdidos en ese boliche.

Desde el procedimiento de reconstrucción de la última noche en la que se lo vio con vida a Bocacha Orellano en el boliche, este martes al mediodía, Edgardo dijo que entre los presentes estaban el titular de Ming, Guillermo Woelflin, y su abogado Carlos Varela.

“Habría que investigar quién es Guillermo Woelflin porque nadie lo nombra. El otro día escuchamos en la radio y nos dejó a todos helados que, en la casa de cambio de Corrientes y Córdoba que fue allanada por lavado de dinero del narcotráfico, había unos 170 documentos y la mayoría de ellos fueron denunciados como perdidos en el boliche Ming”, dijo y deslizó: “Mucha casualidad, ¿no?”.

“¿Que tendrá que ver Guillermo Woelflin con el lavado de dinero del narcotráfico y los documentos robados o perdidos acá, que fueron a parar en manos de los narcotraficantes para el lavado de dólares o dinero?”, interrogó.

“Eso nada más quería preguntar –continuó–, a ver si alguien sabe de qué vive este hombre porque es millonario y no creo que con los 100 pesos que cobraba acá se haga tan rico”.

Orellano vinculó de esa manera el caso de su hijo con la investigación por la ruta del dinero tras el presunto narco Coto Medrano, que llevó la pesquisa hasta el corazón de la city rosarina: Cofyrco, de Corrientes y Córdoba. En esa financiera, Medrano compró alrededor de 35 mil dólares antes de ser asesinado. En el allanamiento, encontraron 175 DNI, en principio para la compra de dólares.

Según confirmaron desde Fiscalía a Rosario3, en la Unidad de Delitos Complejos y Económicos se investiga el origen de esos documentos hallados en la cueva. Algunos DNI (no todos) "podrían haber sido extraviados en ese lugar", señalaron. Para determinar cuántos y cómo fueron perdidos (o incluso robados), se revisa si hay denuncias de extravío y se realizan entrevistas con las personas que figuran en los DNI.