Un hombre fue condenado este jueves a prisión perpetua por el abuso sexual y femicidio de una niña de 12 años encontrada asesinada en 2016, en el barrio Villa Banana de Rosario.

La pena impuesta por el tribunal integrado por los jueces Nicolás Vico Gimena, Rodolfo Zavala e Ismael Manfrin recayó sobre Sergio Saravia, quien fue hallado culpable del crimen de Guadalupe Medina.

El hombre ya había sido condenado antes, mediante un procedimiento abreviado, a 9 años y 6 meses de prisión también por el abuso sexual con acceso carnal de una mujer del mismo barrio cometido ocho meses después del de la niña.

En el juicio oral que concluyó este jueves con la condena a prisión perpetua, el fiscal Alejandro Ferlazzo acusó a Saravia de haber abusado sexualmente de la niña en una casilla abandonada ubicada en Lima al 2600 del asentamiento conocido como Villa Banana, de Rosario.

Según la investigación, el 25 de mayo de 2016, el acusado le causó diversas lesiones en el cuerpo a la víctima y la mató por medio de asfixia.

La pesquisa del crimen apuntó originalmente a un grupo de "soldaditos", jóvenes vinculados a la venta de drogas al menudeo que paraban en la zona y con los que la niña tenía relación. Algunos fueron imputados con prisión preventiva, pero cuando promediaba la investigación un aporte de la abogada de la familia de la víctima modificó su rumbo.

Según voceros del caso, en el caso de la mujer violada ocho meses después, un hombre que ingresó a su vivienda y tras amenazarla con un cuchillo y encerrar a sus hijos en una habitación, abusó sexualmente de ella y presionó su cuello hasta provocarle el desvanecimiento.

La víctima reconoció al atacante como un vecino del barrio y al mes del hecho Saravia fue detenido.

Por las similitudes del caso y la cercanía territorial entre ambos hechos, la familia de Malena le pidió al fiscal Ferlazzo un cotejo de restos genéticos encontrados en el cuerpo de la niña con los de Saravia, que había sido sometido a la prueba en la otra causa.

El resultado confirmó científicamente que el agresor de la niña había sido el mismo hombre condenado por el abuso sexual de la mujer.

Finalmente, Saravia fue hallado culpable de los delitos de abuso sexual con acceso carnal en concurso ideal con femicidio en perjuicio de Guadalupe.