Rosario es la capital del helado artesanal y este fin de semana largo se celebró en la ciudad la sexta edición de la fiesta provincial en el Parque Nacional a la Bandera con una gran convocatoria. Pero, ¿cuándo surgió el producto y por qué gusta tanto? esos disparadores forman parte de una investigación que están llevando adelante profesionales de la locales donde contarán los inicios del producto y la historia detrás de él. 

Mientras cientos de rosarinos prueban uno o más de los 70 sabores de helados disponibles en la fiesta que termina este sábado, Paula Caldo, investigadora del Conicet que forma parte del trabajo antes mencionado, adelantó en el “Mejor día de la semana” (Radio 2) algunos detalles importantes de Rosario como ciudad capital del helado. 

Antes de la pandemia por Coronavirus los rosarinos consumían anualmente 9 kilos de helado por personal, una cifra muy superior al resto del país y eso se debe en gran medida a la calidad y cantidad de opciones que las heladerías ofrecen. En este sentido, Caldo aseguró que se “consume mucho helado porqué es rico pero además es accesible, no se necesita mucho protocolo para consumirlo”. Y la también docente en la Universidad Nacional de Rosario detalló que en la ciudad hay una muy buena producción y una cultura barrial vinculada al helado. Es decir, cada barrio tiene una o más heladería que lo caracteriza. 

Sobre los orígenes del producto que algunos lo consumen de postre, otros de merienda, y están los fanáticos que toda hora es adecuada para dos bochas artesanales, deviene de Italia. Al respecto, Caldo mencionó que muchos inmigrantes después de la segunda guerra mundial llegaron al país con objetos y recetas para poder producir. 

Respecto a la calidad de los helados que coronó a Rosario capital del mismo, la profesional apuntó que para que haya un excelente producto artesanal “tiene que haber ingredientes naturales y Rosario está emplazada en la cuenca lechera por lo tanto lo tenemos en cantidad y accesible”. Y mencionó la importante labor del gremio y la cámara de heladeros quienes de inmediato decidieron asociarse y trabajar en conjunto para conservar y cuidar la calidad de los sabores. 

Pero volviendo a los inicios, Caldo recordó que hay algunos momentos históricos de la ciudad del Río Paraná que la consagran como pionera del helado. Por ejemplo, en el año 1859 cuando la urbe era apenas una villa y no había elementos para refrigerar, el helado era agua o vino con frutas, se creaban sólo en temporada de verano y lo consumían las personas de la alta sociedad. 

Mucho tiempo después llegaron las lecherías. Y allí de diciembre a marzo ofrecían leches heladas con sabor. La investigadora mencionó también la imagen del heladero en las calles ya que las primeras heladerías eran fábricas sin atención al público y finalmente con el siglo XX surgen los locales tal como se conocen hoy y que en Rosario hay en gran cantidad.