Los penales santafesinos están en la mira. A raíz del teléfono fijo en la celda de Guille Cantero en la prisión federal de Marcos Paz, queda flotando la dificultas del control de los presos de alto perfil entre rejas provinciales. El subsecretario de Asuntos Penitenciarios, Jorge Bortolozzi, reconoció la complicación y planteó la necesidad de un penal de alta seguridad. En este marco, el descontento del Servicio Penitenciario suma malestar al plantear no solamente salarios insuficientes sino malas condiciones laborales. Se trata de las personas que tienen a cargo a presos y presas de la provincia.

Agentes Penitenciarios protestan por mejoras laborales

De acuerdo a lo que informaron en Radiópolis (Radio 2), el programa de Roberto Caferra, agentes de la repartición que hace un mes estuvieron a punto de parar sus actividades, elevaron una carta al gobierno provincial y un comunicado dirigido al secretario de Asuntos Penales y Penitenciarios, Walter Galvez. La denuncia se repite: sienten hostigamiento en la sobrecarga horaria y de tareas en medio de la escasez de personal y recursos. Por entonces, Bortolozzi admitió que los agentes tienen "más horas de trabajo que de descanso". Según explicó, la lógica laboral establece una jornada de 24 horas seguida por 48 horas de descanso pero, en la práctica suele ser al revés.

"Nos hace falta personal", confió pero descartó que exista "acoso laboral" como denunciaron los trabajadores.

Los trabajadores expresaron en un comunicado: “Para mejorar el servicio penitenciario se debería mejorar las condiciones laborales de los agentes, y no atacarlos echándoles la culpa de todo”. Plantearon que las leyes y reglamentos que regulan la actividad de Servicio Penitenciario son “vetustos originarios de la Dictadura militar” y sostuvieron: “Hoy la policía se encuentra bajo el Ministerio de Seguridad y el Servicio penitenciario en la esfera del Ministerio de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos, y esto simboliza una mirada distinta de cara a la problemática. El Servicio de Seguridad es una fuerza de seguridad”.

También, aseguraron que no tienen acceso a formación como los policías. “Cualquier especialidad en la policía conlleva un plus adicional, en el Servicio Penitenciario solo el Grupo de Operaciones Especiales Penitenciario (Goep) trae aparejado una mejora salarial”, indicaron. Tampoco la posibilidad de hacer adicionales: “La única forma de incrementar el salario es con los recargos que están siendo pagados de forma irregular y su mecanismo es arbitrario, no se le pregunta al trabajador si desea trabajar más de la cuenta, se lo intima a realizarlo obligatoriamente”.

Sobre la falta de personal, manifestaron: “En el último llamado a inscripción se detectaron serias irregularidades, el Gobierno provincial en vez de tomar medidas con el responsable,  interrumpió el ingreso agravando la situación del personal que cumple funciones” y remarcaron: “Solo se acuerdan del Servicio Penitenciario cuando hay fugas o motines y esas situaciones son producto que no dependen del servicio directamente. La falta de instrucción, los medios insuficientes, la sobrecarga horaria del personal, edificios no adecuados para alojar detenidos, sobrepoblación y hacinamiento de internos solo empeoran la coyuntura descripta”.

Por último, consideraron que “es necesario el abordaje interdisciplinario a través de la creación de una Agencia multiministerial que encaren la problemática carcelaria. A ello, la escasez de profesionales en el área solo agrava esta perspectiva”.

En tanto, a Gálvez le exigieron: mejoras en la remuneración salarial aplicadas al salario básico vital y móvil, mejoras en el pago de la cargas horarias (recargo 24 hs $5000 mínimo), la incorporación inmediata de los recursos humanos (personal ) toda vez que existen promociones en espera, incentivo salarial como plus para personal trasladado a Unidad 11 Piñero debido a la cantidad de horas y kms de viaje, considerar el estado de emergencia de la Unidad 11 Piñero por sus condiciones, tales como el sistema y los elementos de seguridad ante los hechos de público conocimiento y la reincorporación de los agentes suspendidos o cesantes, revisando particularmente la situación del personal de las distintas unidades.