El próximo martes se dará a conocer el veredicto en el jury que se lleva adelante contra la jueza Julieta Makintach, proceso arrancó por el escándalo surgido durante el juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, que debió ser suspendido.
La magistrada enfrenta una serie de acusaciones por su presunta participación, sin autorización, en un documental titulado Justicia Divina, mientras las audiencias del proceso judicial aún estaban en curso.
Durante los alegatos finales, la fiscal Analía Duarte, representante de la Procuración bonaerense, pidió la destitución de Makintach por presunto mal desempeño, cohecho pasivo, violación de los deberes de funcionaria pública, abuso de autoridad, malversación de caudales públicos y peculado de servicios.
Según Duarte, en el proceso “quedaron demostradas todas las acusaciones que derivaron en este jury”, vinculadas con la filmación del documental. La fiscal sostuvo que Makintach “mintió, presionó, manipuló, fue parcial y abusó del poder que le dio su rol de jueza, utilizando recursos del Estado para promover un proyecto en provecho propio y en perjuicio de la Justicia”.
Además, afirmó que todos los “extremos” de la acusación quedaron “claramente probados” y que, por lo tanto, la jueza “debe ser apartada del Poder Judicial”.
El Colegio de Abogados de San Isidro, que actúa como coadyuvante, también reclamó su destitución e inhabilitación de por vida para ocupar cargos públicos, a través del abogado Guillermo Sagués.
El jury concluyó con las exposiciones de la defensa y las últimas palabras de la jueza, quien negó categóricamente las acusaciones y aseguró que solo había sido convocada “para hablar en un reportaje”.
En su descargo, Makintach expresó: “Nunca en mi relato cambié una palabra de lo que dije. Mi pregunta es ¿de verdad creen en lo que están diciendo? ¿De verdad el fiscal cree que había plata, interés?” La magistrada cerró su intervención con una súplica: “Ojalá me crean porque yo no mentí”.
Por su parte, sus defensores —Saldaño, Urrutia y Cerolini— sostuvieron que “la Fiscalía no ha probado absolutamente nada”. Al cerrar los alegatos, Saldaño fue enfático: “La evidencia es que la señora Makintach no infringió ninguna norma en su deber”, y destacó que “la acusación carece de sustento probatorio, nada ha sido probado, pero ni remotamente”.



