La historia de Lea Enriqueta Machado, una mujer del interior que hoy vive en el barrio porteño de San Telmo, es apasionante. Con 100 años, superó una afección de coronavirus, que también se le complicó con una bronquitis y una neumonía, pero no necesitó de internación. “Le decimos la Highlander (inmortal)”, dijo su hija Marilyn entre risas. En el final de la nota con Radio 2, la mujer contó cuáles son los dos secretos para haber llegado a esta edad con vitalidad.

Marilyn Machado, hija de Lea Enriqueta, habló con Alberto Lotuf este miércoles en el programa A Diario (Radio 2). “Acá estoy con mi mami que superó el covid, alguna secuelita respiratoria le quedó, pero está bien”, comentó la mujer.

“Estuvimos mucho tiempo encerrados, sin salir, mi marido era el único que salía a hacer alguna compra. Nos cuidamos muchos, pero cuando él empezó a trabajar, me parece que el contagio vino por ahí”, explicó Marilyn.

“Mi marido, mi hija, el novio, se fueron enfermando en forma leve. Hasta que se enfermó mi mamá”, continuó.

Marylin comentó que su mamá “tuvo una febrícula”. Y luego bromeó: “Le decimos la Highlander. Tuvo una bronquitis, neumonía, pero no llegó a necesitar un respirador”. Y confió que “en el caso de tener que internarla, estábamos seguros de que iba a ser difícil que volviera”.

La mujer apuntó que “lo paradójico es que ella se preocupaba por nosotros”.

La mujer de 100 años tiene una hermosa historia, que resumió su hija: “Mi mamá fue maestra, se recibió en la localidad de Esquina, en Corrientes. Mi papá era santiagueño, tuvieron 6 hijos”, dijo.

Y relató que “ella fue directora en la escuela de Villa 31, con mucho trabajo social”.

Marilyn confió que “ella hubiera querido ser actriz, pero imaginate que en 1920 era mal visto por el padre, que no la dejó”. Pero este viernes se dará un gustito en un festival solidario por streaming que organiza la Cruz Roja internacional, e intentará hacer un recitado.

Dios y “el vinito”

En el final de la nota radial, Marilyn le acercó el teléfono a su madre, quien dijo: “Tuve la gran suerte gracias a Dios de superar esto”.

“Yo no hice nada, el que hizo fue Dios. Y el vinito también, el vinito tinto Malbec me ayuda”, cerró con gracia inoxidable.