El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que elimina los aranceles sobre una larga lista de productos importados de Brasil, entre ellos carne de ternera y derivados vacunos, frutas tropicales como bananas, piña y cocos; café y verduras como tomates. La medida tendrá efecto retroactivo al 13 de noviembre.
La decisión implica eximir del arancel del 40% —que el propio Trump impuso en julio— a una serie de alimentos básicos para la mesa de los estadounidenses.
En aquel momento, el mandatario justificó el gravamen adicional alegando que el juicio al expresidente Jair Bolsonaro representaba una “amenaza inusual y extraordinaria” para la seguridad nacional de Estados Unidos.
Según publicó el diario El País, el Gobierno brasileño recibió la noticia “con satisfacción”. En un comunicado, la Cancillería señaló que Brasil continuará negociando con Washington con la mirada puesta en la eliminación total de los aranceles adicionales y en el resto de la agenda comercial bilateral.
Trump revisa ahora su política comercial en un contexto marcado por el impacto del costo de vida, un tema que se convirtió en prioridad en el debate público. Encuestas recientes señalan que la inflación y la asequibilidad de los alimentos son las principales preocupaciones de las familias. La Casa Blanca evalúa desde hace semanas medidas para contener esa presión.
La semana pasada, Trump ya había autorizado una baja de aranceles para productos como carne, café y frutas tropicales de otros socios comerciales, aunque esa orden no incluía por completo a Brasil.
En la nueva orden, el mandatario retiró aranceles sobre café, té, frutas tropicales y sus jugos, cacao, especias, plátanos, naranjas, tomates, carne vacuna y fertilizantes adicionales. Una iniciativa que busca aliviar el costo de la canasta básica en la semana previa a Thanksgiving, una de las celebraciones más importantes del país.
Aunque Trump destacó en su red social Truth que este año la cena de Acción de Gracias será “más barata”, economistas advierten que esto se debe a que contiene menos productos.
La decisión supone un alivio para Brasil, uno de los mayores productores de alimentos del mundo, y un gesto significativo hacia el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien mantuvo conversaciones telefónicas y reuniones con Trump para buscar una salida al conflicto comercial.
“Estas negociaciones continúan”, escribió el presidente estadounidense en la orden ejecutiva, al detallar que diversos funcionarios recomendaron retirar el arancel adicional para ciertos productos agrícolas brasileños. Estados Unidos había aplicado un 50% de gravamen a Brasil tras la combinación del arancel general y el extra del 40% impuesto por el caso Bolsonaro.



