Antonio estaba pidiendo en una calle de Recoleta cuando un joven se acerca a él, le preguntó su nombre, a lo que el hombre responde José, y entre palabras y lágrimas terminaron abrazados. El momento fue capturado por una mujer y el video comenzó a circular hasta llegar a la familia de Antonio que hacía meses lo buscaba.
“Me quise tirar abajo de un tren, me golpeé la cabeza y perdí la memoria. Estoy mejorando día a día, pero todavía no me acuerdo mucho. Hay muchas cosas que se me fueron”, dijo Antonio a Mediodía Noticias.
“No me acordaba de mi papá, de mis hermanos, de mi esposa Claudia. Me olvidé de cómo me llamaba, donde vivía”, dijo el hombre que vivió durante tres meses en la calle, hasta que el video viral le volvió a dar esperanzas a su pareja, que nunca dejó de buscarlo.
“Yo sufría de depresión, me sentía solo, agotado, cansado”, agregó el hombre y agregó: “El amor todo lo puede. Ella se jugó por mí”, haciendo mención a Claudia, su compañera de vida.
En este sentido, la mujer dijo que nunca dejó de buscarlo. “Había hecho la denuncia, andaba buscándolo y no tenía noticias. Salía a buscarlo por las calles, hacía publicaciones en Facebook. Me decían que lo habían visto por aquí y por allá y yo caminaba esos lugares”, relató.
Acerca del abrazo viral de un joven desconocido, Marcos, que cambió su vida, Antonio sostuvo que “cuando alguien te abraza con amor y compasión, el alma tiembla, el corazón explota”. “Se me erizó la piel y me puse a llorar. Le agradecí al cielo porque sentí un abrazo genuino, de corazón. El amor sana”, dijo.
Actualmente, Antonio está en tratamiento y va mejorando. Pero Claudia no se olvida lo doloroso que fueron los primeros días: “Era estar con alguien que no me reconocía después de 16 años. Se tapaba la cara, no me quería mirar”, dijo.
Antonio terminó la entrevista con un llamado a no mirar por el costado ante las necesidades de los demás: “Un abrazo puede cambiar la situación de muchos de los que están en la calle”. Y también con un mensaje para las parejas. “No dejen de pelear el uno por el otro, por sus sueños”, concluyó.
