Un video en el que policías esposan a una nena de nueve años afroamericana y luego le rocían gas pimienta generó repudio en Rochester, al noreste de Estados Unidos.

La Policía de esa localidad del estado de Nueva York justificó su actuación alegando que la niña, cuya identidad no fue revelada, sufría una crisis mental y amenazaba con matar a su madre y suicidarse.

Los agentes que acudieron al lugar de los hechos el pasado viernes por un reporte de “problemas familiares” reaccionaron esposando a la niña y, al no lograr meterla en un coche de patrulla, usaron gas pimienta, según videos de las cámaras que los policías llevan en el traje, publicados el domingo por las fuerzas del orden.

“Estás actuando como una niña”, la reprendió uno de los oficiales. “¡Soy una niña!”, le aclaró la menor entre llantos. Tras unos minutos de forcejeo, comenzaron a amenazarle con el gas pimienta, lo que la puso aún más nerviosa.

“Es tu última oportunidad antes que te rocié gas en los ojos”, le dijo una policía. Otro intervino: “A este punto solo rocíale gas”.

En una conferencia de prensa el domingo, el subjefe de policía Andre Anderson dijo que la menor había mostrado conductas suicidas y que tuvieron que actuar así para garantizar la seguridad de la niña.. “Indicó que quería suicidarse y que quería matar a su madre”, dijo.

El departamento de policía dijo que esta acción “requirió” que un oficial bajara a la niña al suelo. Entonces, dijo el departamento, “por la seguridad de la menor y a petición del padre custodio en la escena”, la niña fue esposada y puesta en la parte trasera de un coche de policía mientras esperaban la llegada de una ambulancia.

La policía dijo que la niña desobedeció las órdenes de meter los pies en el coche. Un agente fue entonces “requerido” para rociar un “irritante” en la cara de la niña esposada, dijo el departamento el sábado.


La policía dijo que la niña fue finalmente llevada al Hospital General de Rochester, “donde recibió los servicios y la atención que necesitaba”, y posteriormente fue entregada a su familia.

La alcaldesa de Rochester, la afroestadounidense Lovely Warren, condenó el uso de la fuerza contra los niños y prometió una investigación interna sobre las prácticas de los policías de la ciudad.

“Tengo un niño de 10 años. Es un niño, es un bebé. Como madre, este vídeo no es algo que una quiere ver”, dijo el domingo durante una rueda de prensa.