El tradicional desfile del 9 de Julio en Capital Federal fue suspendido“por razones presupuestarias” y no por “malestar militar” según había trascendido. Sin embargo, también trascendió que en la decisión influyó la programación de un banderazo contra el FMI. La opción es hacer una parada militar en Tucumán con la presencia del presidente Mauricio Macri para festejar el día de la Independencia.

De acuerdo a lo informado por el diario Clarín, el desfile en Capital Federal fue cancelado hace unos 15 días por el ministro de Defensa, Oscar Aguad, ya que cuesta “por lo menos, de 10 millones de pesos”. Según indicaron, en el marco del ajuste de los gastos presupuestarios, se optó cambiarlo por la parada en Tucumán a la que asistirá el jefe de Estado.

Sin embargo, habrá un desfile militar, que incluirá el vuelo rasante de los aviones de combate A-4 de la Fuerza Aérea, en Córdoba que “será financiado por el gobierno de Juan Schiaretti”.

Las altas fuentes desmintieron que el desfile se haya suspendido por “el malestar militar”. A los “militares les encanta desfilar. Fue una decisión estrictamente presupuestaria”, habrían señalado desde Defensa, de acuerdo al diario.

Pero fuentes castrenses afirmaron que en la suspensión también se tuvo en cuenta que sectores del kirchnerismo están analizando la posibilidad de lanzar una protesta con “un banderazo” en grandes ciudades en contra del acuerdo con el FMI para intentar desgastar la imagen de Macri. Cabe recordar que el presidente no fue el 20 de junio al tradicional acto por del Día de la Bandera a Rosario por ese motivo.

Lo que gana un militar

Las fuentes admitieron que hay “malestar” entre los cuadros de las FF.AA por la resolución del 30 de junio que dispuso aumentos salariales por abajo de los sueldos de los efectivos de las fuerzas de seguridad. Por esta razón, en los próximos días el ministro de Defensa, Oscar Aguad, sacará una resolución rectificativa. La nueva resolución apuntará “a ampliar la base de la pirámide salarial”, adelantaron las fuentes.

Aguad se reunió con los ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne y de Modernización, Andrés Ibarra, para asegurarse los recursos para esa decisión. “Recibimos salarios militares en un 65 por ciento en negro del kirchnerismo y bajamos ese tipo de pagos al 27 en promedio”, comentó una alta fuente del Gobierno.

Se trata de revisar las escalas salariales publicadas el martes en el Boletín Oficial para aproximarlas a los incrementos dispuestos por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para la Gendarmería y Prefectura que llegaron al 21 por ciento.

De mantenerse la resolución del martes, en el mes de septiembre, el haber básico de un coronel del Ejército o sus equivalentes capitán de navío en la Armada o comodoro en la Fuerza Aérea sería “un 37 por ciento inferior” a sus pares de la Gendarmería o la Prefectura, explicaron fuentes militares.

Las diferencias "son aún mayores" -pues ganan más- con los sueldos de la Policía Federal, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y el Servicio Penitenciario Federal, siendo éstos últimos los que más salarios reciben. Los efectivos de las fuerzas de seguridad, además, perciben viáticos y suplementos que no se aplican a los militares.

Por lo tanto, la revisión salarial, cuyo anuncio sería inminente, igualaría los porcentajes de aumento, pero no alcanzará a equiparar los sueldos militares con los de las fuerzas de seguridad.

Los aumentos para las FF.AA y de seguridad fueron dispuestos por sendas resoluciones del 30 de junio pasado y publicadas el martes en el Boletín Oficial. La resolución es conjunta de Defensa y Hacienda, mientras que es solo de Seguridad para los efectivos que dependen de Bullrich.

Fuentes militares confirmaron que la resolución conjunta de los ministerios de Defensa y de Hacienda “no tomó en cuenta las últimas propuestas elevadas por los jefes del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea” que pedían aumentos mayores.

Otra cuestión grave para los militares es que la resolución conjunta 2/2005 reintroduce conceptos de sumas fijas y suplementos no remunerativos, que dieron origen a miles de juicios de militares contra el Estado durante el kirchnerismo y anarquizaron el sistema de haberes. Cuando se paga así “en negro” los aumentos no se cuentan para las jubilaciones y no alcanzan a los retirados, que están aún más molestos.