El denominado "ayuno intermitente" es un tipo de dieta en la que se niega –voluntariamente– cualquier alimento al cuerpo durante 12-18 horas seguidas o se ingieren tan solo 500 calorías uno o dos días por semana. Una dieta que, cada vez más popular entre la población, permite una rápida pérdida de peso en la inmensa mayoría de los casos. Sin embargo, sus resultados no son tan ‘espectaculares’ con el devenir de las semanas. Y es que según han concluido algunos estudios, hasta un 70% de la personas que deciden ayunar " de a ratos" acaban recuperando el peso perdido a medio plazo. Pero parece que el principal problema con este tipo de dieta no tiene tanto que ver con el volumen corporal. Y es que como muestra un estudio de la Universidad de Sao Paulo (Brasil), las dietas intermitentes impactan de forma muy negativa sobre la actividad de la insulina, por lo que aumentan, y mucho, el riesgo de desarrollo de diabetes tipo 2 –y de otras enfermedades.

Como explica Ana Bonassa, directora de esta investigación presentada en el marco del XX Congreso de la Sociedad Europea de Endocrinología (ESE) que se está celebrando en Barcelona, "el nuestro es el primer trabajo en mostrar que, a pesar de la pérdida de peso, las dietas basadas en el ayuno intermitente dañan el páncreas y afectan a la función de la insulina en individuos sanos, lo que puede conllevar al desarrollo de diabetes y de otras patologías graves"

Parece que el ayuno intermitente puede mermar la capacidad del organismo de producir insulina y de utilizar esta hormona de una forma ‘correcta’. Unos efectos negativos que podrían inducir a largo plazo la aparición de la diabetes tipo 2 y de otras enfermedades metabólicas. Tal es así que, en espera de ulteriores investigaciones que confirmen –o refuten– estos resultados, los autores solicitan cautela antes de que los potenciales usuarios decidan comer y ayunar de forma discontinuada, muy especialmente en el caso de los pacientes que ya padecen una patología metabólica –situación ciertamente común en la población con obesidad.

Como concluye Bonassa, "deberíamos considerar que la población con sobrepeso u obesidad que opta por seguir una dieta basada en el ayuno intermitente ya presenta resistencia a la insulina. Por tanto, y si bien esta dieta puede inducir una rápida pérdida de peso, también podría provocar perjuicios muy graves para la salud a largo plazo, caso del desarrollo de la diabetes tipo 2".