El presidente Javier Milei encabezó este domingo por la noche una gala en el teatro Colón por su asunción. Lo acompañaron dirigentes políticos nacionales y extranjeros y referentes artísticos y de la farándula local, quienes disfrutaron de una puesta en escena que inició con "Balada para un loco".
La etiqueta para la velada, requería de un cambio de atuendo no sólo para Milei que desde temprano tuvo que cumplir con los distintos momentos protocolares de la asunción, sino para sus más cercanos, como la primera dama, Fátima Florez y su hermana y flamante secretaria general de la Nación, Karina Milei.
Milei arribó al Colón pasadas las 21.45 acompañado de "El Jefe" que lució un "total black" con brillos.
El mandatario fue recibido en el teatro por el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, junto a su esposa, la periodista Belén Ludueña, quienes lo escoltaron hacia el interior.
Los primeros invitados a la gala comenzaron a ingresar poco antes de las 21, a la espera de la llegada del primer mandatario para dar comienzo a la función, que según se había informado desde Presidencia estaba prevista para las 20.30, pero se vio demorada por el retraso de la ceremonia inter religiosa en la Catedral.
Entre los primeros en llegar, estuvieron el ministro de Defensa, Luis Petri, acompañado por su pareja, la periodista Cristina Pérez.
Cerca de las 21 llegó a la explanada del Colón la actriz y pareja del presidente, Fátima Flórez, a bordo de una camioneta blanca y luego la diputada Lilia Lemoine.
Más tarde se presentó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y detrás suyo la vicepresidenta Victoria Villarruel ingresó al teatro, luego de saludar a lo lejos a los militantes presentes.
Posteriormente, arribó la canciller Diana Mondino. La función de gala estaba prevista para las 20.30 pero se demoró hasta las 21.50, luego de la llegada de Milei. En los alrededores del teatro, cientos de seguidores del presidente se agruparon para saludarlo.
La gala tuvo una duración de alrededor de 45 minutos y al finalizar, el presidente se retiró hacia el hotel Libertador, donde aún está alojado y mantiene su centro de trabajo, mientras que su hermana Karina llegó allí minutos después en otro vehículo.
