Esta semana, Cinthia Fernández y Matías Defederico protagonizan una de las batallas mediáticas más virulentas. Después de haber sacado todos los trapitos al sol y en medio de acusaciones cruzadas, finalmente la bailarina consiguió una perimetral para su expareja.

En el aire de Intrusos (América), detallaron que “la Justicia le ordenó a Matías Defederico la prohibición de acercamiento a un radio no menor de 300 metros de Cinthia Fernández en la ciudad de Buenos Aires”.

“Prohíbe tomar contacto por cualquier medio y el cese de perturbación hacia Cinthia Fernández, específicamente la prohibición de difundir, divulgar, exhibir o publicar contenido de mensajes, conversaciones privadas, audios, fotografías, imágenes de ella”, aseguró Rodrigo Lussich, que remarcó que durante los próximos 60 días solo podrá tener contacto con sus hijas a través de la madre de Cinthia o de la niñera.

En diálogo con el ciclo de América, Cinthia reconoció que no se sintió cómoda con el nivel de agresión que tomó el enfrentamiento con el padre de sus hijas. “Yo tomé una postura tranquila porque estoy asesorada, porque por mi temperamento actuaría de otra manera… Mi abogado me dijo que lo mejor es que determine todo en la Justicia”, señaló.

Qué pasó en Año Nuevo

 

El Año Nuevo puso frente a frente, una vez más, a Cinthia Fernández y Matías Defederico. La modelo comentó que no había podido hablar con sus nenas mientras estuvieron con el padre y todo estalló.

Ante la pregunta de un seguidor, la influencer detalló que fue lo que casi le arruina la noche: “La gente que pretende manejar alcoholizada. Y la incomunicación con mis hijas. Se ve que ni en fin de año mi abogado tiene paz”, aseguró.

Es por eso que también, reparó en Tamara Alves, la esposa de Pato Toranzo y dueña de la casa donde Defederico recibió el 2022, quien acusó a Fernández de haberle arruinado la fiesta de fin de año.

Mientras enumeró la cantidad de veces que intentó comunicarse con el padre de sus hijas, la bailarina sentenció: “A Tamara la llamé una sola vez. Le pregunté si estaban ahí porque estaba preocupada porque el último mensaje de él fue ‘Cuando termino las llevo’ (que fue a la 1.57) y yo me volví a comunicar a las 4 de la mañana para saber si estaban ahí”.

A modo de cierre, remarcó que como nadie le contestaba, decidió salir a buscarlas. “Ella es mamá. Yo hice lo que cualquier mamá haría si te dicen ‘ahora termino y voy’. Por dos horas no te contesta y te empiezan a caer todos mensajes de la persona que tiene que manejar, chupando. Si ella no lo entiende como madre le mando un beso. Me parece poco empático, pero tema de ella”, concluyó.