Luego de dos años de pandemia, los premios Martín Fierro de Cable volvieron en todo su esplendor. El mítico Estadio Luna Park fue la sede para el reencuentro de una ceremonia postergada que se vivió como si fuera la primera. Y en un clima generla de euforia, Carolina Pampita Ardohain pidió por un momento bajar los decibeles de la fiesta y fue la encargada de presentar el que sin lugar a dudas, se trata del momento más emotivo de cualquier premiación.
La conductora pidió profundo respeto para presentar el “In memoriam”, ese recuerdo en forma de fotografías y palabras a aquellos que fallecieron en el último tiempo. "Llega el momento de homenajear a aquellos que trabajaron en la televisión de cable y que desde 2019 hasta hoy lamentablemente nos fueron dejando", anunció la modelo y todos entendieron de qué se trataba. Un momento para recordar, emocionarse y acompañar.
Su compañero en la conducción, Joaquín Pollo Álvarez la secundó con sus palabras. “Ustedes saben lo que es trabajar y cuan importante es que cada uno de estos artistas en diferentes rubros. No siempre adelante de cámara porque la tele la hacemos entre todos. Por eso su arte en lo que fuera, deja una huella siempre y hoy los vamos a recordar en esta ceremonia 2019-2020 de cable”, agregó el conductor de Nosotros a la mañana.
En esta oportunidad, el homenaje realizado por la Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentinas (APTRA) tuvo un intérprete de lujo, en la voz y la guitarra de Nahuel Pennisi, que cautivó con su versión de “Hojas del viento”. Mientras sonaban los acordes de la bellísima canción, las pantallas se fueron nutriendo de esos nombres que ya no están físicamente pero que permanecen en el recuerdo de todos los que forman parte de la gran familia de la televisión. Algunos de ellos, reconocidos por el gran público y otros, en cambio, vinculados con la parte técnica y el detrás de cámara, tanto o más importante que lo que sucede delante de ella.
Con silencio respetuoso, los 500 invitados a la gala acompañaron la nómina con algún aplauso sostenido ante esos nombres reconocidos por el gran público. Pero ninguno tan conmovedor como el que se llevó Mauro Viale, cuyo recordatorio cerró el In memoriam con un reconocimiento que se extendió por un minuto. Y nadie estuvo tan emocionado como su hijo Jonatan, que no pudo contener las lágrimas.
Con todo el Luna Park de pie y su esposa Micaela Krolovetzky a su lado, sosteniéndolo con palabras de aliento, con besos y abrazos de contención. Con los ojos vidriosos de colegas y amigos suyos y de su padre, como Chiche Gelblung, Eduardo Feinmann, Guillermo Andino, Rolando Graña y Luis Ventura.
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