El cineasta cubano Juan Pin Vilar, director de la La Habana de Fito, documental nacido de una conversación entre el realizador y Fito Páez sobre sus recorridos de vida y sus diferentes relaciones con Cuba y con los años de gobierno castrista, habló sobre las dificultades que encontró para que la producción audiovisual se estrenara en ese país. En rigor, se refirió a los condicionamientos y censuras por parte del Gobierno cubano.

"Es un gran homenaje a la música cubana de alguien que quiere mucho a Cuba y que realmente conoce, porque Fito, a diferencia de otros y quizás de la mayoría, es un hombre que vivió la calle cubana", contó Pin Vilar en diálogo radial con Ernesto Tenenbaum sobre el vínculo de más de tres décadas que lo une al rosarino, desde su primer show en el país insular en 1987.

La decisión de llevar su amistad y sus propias miradas sobre la vida y lo político ocurrió tiempo después del fallecimiento en 2014 de otro músico, Santiago Feliú, conocido y cercano a ambos: "Nos impacta, y decidimos contarle a nuestros nietos cómo había sido nuestra vida, porque si uno de los dos se moría, entonces ya todo el cuento lo iba a poder hacer otro solo", recordó.

"Era un material que yo tenía ahí, hasta que se da la oportunidad de presentar un proyecto en el Fondo Audiovisual que promueve el Instituto del Cine cubano. Yo había terminado un documental sobre Pablo Milanés, que había sido muy exitoso y prohibido también, porque Milanés cuenta su experiencia en las Umap (los campos de trabajo forzado de los 60, llamados Unidades Militares de Ayuda a la Producción) por primera vez", siguió el director durante la emisión de "¿Y ahora quién podrá ayudarnos?" (Radio con Vos).

Así, del encuentro devino La Habana de Fito, que inmediatamente sufrió la censura del Gobierno -en ese entonces a cargo de Raúl Castro- y que si bien el año pasado tuvo su proyección en el Havana Film Festival de Nueva York, pudo verse en su país de origen, de manera televisada y con aclaraciones previas, recién el pasado 10 de junio a través del Canal Educativo 2 local, y después de que la Asamblea de Cineastas Cubanos emitiera varias quejas por su prohibición, detalla Télam.

"A mi nadie me explicó nunca nada, pero lo simpático es lo infantil de todo esto, porque la discusión empieza siempre a partir de que quieren que tú cambies algo, no a partir de cómo tú ves algo, de una idea que desarrollaste. Y la visión entonces muy corta, ahí empiezan las miradas sesgadas, los gobiernos muy conservadores siempre tienen una mirada sesgada", aseguró el cineasta.

Sobre los puntos que el Estado veía como problemáticos en el documental, Pin Vilar señaló que se trata de "dos narrativas": "La primera es un evento que ocurrió en Cuba en el 2003, en el que unos muchachos intentan secuestrar una lancha en un contexto muy fuerte en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Esos muchachos, que no llegan a lograrlo, terminan en un juicio sumario y fusilados. Son muchachos que querían irse a Miami, negros y muy humildes", comentó sobre el tema, por el que Fito, estando allá en ese momento, se pronunció en contra de la pena de muerte.

"El otro punto es la muerte de un comandante a los diez meses del triunfo de la Revolución, que quizás hoy sería el influencer más grande, Camilo Cienfuegos. Es muy querido, pero también hay una mirada sesgada sobre eso, porque Fito no dice 'Fidel mató a Camilo', lo que le dice a los jóvenes dirigentes es '¿qué pasó con esto?'. Y esos jóvenes, en vez de dar una explicación o un punto de vista, saltan como diciendo '¿cómo tú vas a decir eso?'", agregó.

En ese sentido, aclaró que "ninguno de esos dos puntos son el documental": "Ahí es donde está el fenómeno. Yo creo que saltan porque lo que narro en el documental es el desarrollo de un pensamiento que va desde un ejercicio de libertad extraordinario hacia un ejercicio de conservadurismo y represión. Cada escena de eso tiene minuto y medio, dos o tres, y el documental dura una hora", siguió.

"Primero, me acusaron de manipulador, y lo grave, en un país como el mío, es que empiecen a inducir que tu narrativa coincide con los argumentos que utiliza la CIA y toda la oposición para derrocar al gobierno, es como un colchón para criminalizar. Fito dice «dejen de echarle la culpa al bloqueo de la situación en la que están, que ya pasaron tantísimos años»", y también quieren sacar eso de contexto, porque también dice que el bloqueo ha provocado muchas contingencias", aclaró Pin Vilar.

Por último, el realizador aseguró que está "prohibido desde el 2013", pero que "este documental es el detonante, porque es mediático, porque está Fito", y que "si hubiera hecho un documental sobre un guitarrista que vive a tres cuadras de mi casa no hubiese pasado nada".

"Estoy acostumbrado a esas prohibiciones. El grado de libertad depende de la relación sobre valores permanentes que uno tiene, yo soy una persona que admira y conoce profundamente la historia de la Revolución Cubana, pero hay momentos que dices «bueno, lo que no es justo es que mis nietos o bisnietos tengan que estar todavía en esta pelea que ustedes no han sabido resolver», la pelea eterna entre una ideología y otra", concluyó.