La aplicación avisa que Marilina Bertoldi –con "una" alias “encendida”– se unió a la reunión. Prende la cámara, acomoda el dispositivo y deja una mochila en el sofá marrón de cuero que está detrás. Son las cinco y diez de la tarde. El sol del afuera se filtra por las ventanas. Viene del estudio. Está en la premezcla de su quinto disco, el que sucederá a Prender un fuego, placa por la que obtuvo los premios Gardel de Oro y Álbum del año en 2019 y que está despidiendo con una serie de conciertos.

Ese adiós al registro discográfico con el que la industria musical (Capif) premió por primera vez con su máximo galardón a una artista de rock, a una artista que no viene del mainstream y a una artista que interpela (y resiste) con sus canciones la heteronorma y el machismo patriarcales la trae este viernes al teatro El Círculo.

Es la última vez que toco Prender un fuego tal como es. Cada vez que saco un disco, reversiono todos los temas adaptados a la producción del último para que todo que tenga un sentido. Así que es la última vez que lo voy a tocar así. También pasa que cuando sacás un disco hay temas que dejás de hacer. Es una despedida en ese sentido”, indicó Marilina Bertoldi, en diálogo con Rosario3.

Los sonidos, los discursos y los personajes nuevos sí o sí vienen de la mano de todo lo que no sea hombre cis”

Al momento de recibir el Oro, la autora de “Enterrate” y “Cosas dulces” dijo: “La única mujer que ganó este premio fue Mercedes Sosa, hace 19 años. Hoy lo gana una lesbiana”.

Casi dos años después de aquella ceremonia, la también ganadora del crédito al mejor álbum de una "artista femenina de rock" hizo un balance “optimista”, aunque con sabor a poco.

No veo cambios sustanciales pero no tengo que ser pesimista por eso, sino paciente. Pasa que yo pensé que cuando empezaran a suceder este tipo de cosas los cambios iban a ser como «ah, claro. Sí, demosle lugar». Hay una resistencia a todo lo que está sucediendo. Pero aún así, miro atrás y veo cambios. Tengo igual mucho optimismo respecto de lo que va a pasar. Para eso, hay que seguir apostando por sonidos nuevos”, señaló Bertoldi.

Y añadió: “Para mí, los sonidos, los discursos y los personajes nuevos sí o sí vienen de la mano de todo lo que no sea hombre cis. Y esto es muy difícil de explicar a veces a algunas personas. No es un odio genitalista sino que ya escuchamos todo. Quiero diversidad en los discursos, en la forma de relatar, por ejemplo, el amor, que es lo más común en las canciones. Necesito escucharlo de otras personas, que me digan algo distinto. Siento que eso no está representado. Y eso, al fin y al cabo, nos ayuda al día a día. En la vida te cruzás con esa diversidad y, de repente, no la conocés. Le tenés otra distancia. Soy optimista pero pensé que iba a pasar más rápido”.

Entrevista a Marilina Bertoldi

—Y en lo particular, ¿cuál es tu balance?
—Conmigo fue difícil y lo sigue siendo. Hay una resistencia de respetarme y aceptarme de parte de un público de rock que, no pasa nada. Pero pensé que había cosas que si simplemente tildabas esa cajita ya estaba. Pero no, claramente hay un sentimiento más arraigado, como en la célula, que no se puede sacar tan fácil.

—Te parece que en algún momento vamos a dejar de hablar de bandas de mujeres o de chicas y que lo de géneros se va a aplicar solo a la música?
Sí, lo re veo. Pero pasa que ahí vamos a tener otros problemas porque siempre va a haber resistencias. Ahí habrá que ver qué va hacer el conservadurismo y, en ese momento, y quiénes seremos las personas que vamos a resistir un cambio que es inevitable. Pero creo que eso ya es más generacional.

—¿De qué modo la falta de representatividad en espacios centrales de la industria te afectó como música?
La falta de modelos y diversidad no solo complica la realidad de las mujeres que queremos dedicarnos a algo sino que también complica mucho a los hombres. A los hombres les falta tener ídolas mujeres. No tienen Es rarísimo. Por que nosotras tenemos ídolos e ídolas, pero ellos no. Me parece que complica y hace que el machismo se arraigue más en cualquiera de los géneros, los sexos; lo que sea. Es muy importante que haya diversidad para poder identificarnos y vernos reflejados, reflejadas, reflejades en cualquier persona sin importar su identidad. De vibrar con alguien, tener como una conexión y de estar hablando de lo mismo. Eso falta y se nota de distinta manera en cada persona. 

La falta de modelos y diversidad no solo complica la realidad de las mujeres sino también a los hombres"

Puntualmente sobre la invisibilización de las músicas en el rock, Bertoldi volvió a recuperar a María Gabriela Epumer y también cita a Fabiana Cantilo.

“Es injusto decir que no existían las ídolas –sostuvo-. Claramente estaban, yo no las ví. Me hubiese encantado dar con un disco de Epumer pero, en ese entonces, nadie le dio importancia cerca de mí, por lo cual, ya está. Era como que justo tenían que pasar ciertas cosas para que dieras con ese disco. Con Fabiana Cantilo sí di con unos discos y me encantaba. Pero era la única (…) Es muy importante ver una diversidad entre mujeres. Si no, siempre somos un tipo de mujer. Tenés que lidiar todo el tiempo con cumplir con ciertos parámetros de lo que alguien piensa que vos tenés que ser para funcionar en un mercado”.

“Yo no me puedo imaginar lo que deber ser para las identidades trans pensar «cómo me pienso, cómo tengo que ser» o en tener que «engañar» a la gente. Esto entre comillas porque así lo ve el mundo cis heterosexual que piensa «uy, me engañaste, pensé que eras una muer cis». Por qué tenemos que estar complaciendo a ciertas personas que, además, siempre son las mismas. Creo que es importante que empecemos a correr el norte de nuestros mensajes de a quién van dirigidos. En eso me saqué una presión. Creo que está mal la ecuación: estamos pensando mal la pregunta. Tenemos que hablarnos a nosotres”, abundó.

Pandemia, ansiedad y nuevo disco


Consultada sobre el nuevo disco, Bertoldi contó que “lo había empezado a armar antes de de la pandemia. Después, vino el encierro, agarré los temas que tenía y los reformulé. Me empecé a preguntar de qué estaba hablando, de qué quería hablar ahora. En el momento en el que estás desconectada de todo el resto empezás a hablar más de algo interno. El beneficio que tuve en la cuarentena, que sentí que era el momento de hacerlo, fue trabajar mi ansiedad. Y pude empezar a controlarlo bastante”.

Hay una resistencia de respetarme y aceptarme de parte de un público de rock”

La música adelantó que se trata de un disco de unas diez canciones que compuso pensándose como productora –“lo tengo en la cabeza y necesito que eso se plasme”– y que sería editado a mediados de este año.

Es el primer disco que hago de rock conscientemente. Hasta ahora, siempre me dicen que hago rock y yo siempre pensé que estaba haciendo otra cosa. Mi intención era hacer otra cosa y me salía rock. Y ahora dije: Voy a usar un montón de herramientas y voy a hacer un disco de rock”, avisó la cantante nacida en Sunchales.

Marilina Bertoldi toca este viernes desde las 21 en el teatro El Círculo, Laprida y Mendoza. Las entradas pueden adquirirse a través del sistema Ticketek.