El 24 de marzo de 1986, La historia oficial ganaba el premio Oscar a la (por entonces) Mejor película extranjera. A la par, el cine argentino se alzaba con la primera estatuilla de la Academia de Hollywood.

Dirigida por Luis Puenzo y escrita junto a Aída Bortnik, el film está protagonizado por Norma Aleandro, Héctor Alterio, Chunchuna Villafañe, Hugo Arana, Guillermo Battaglia y Patricio Contreras, entre otras y otros.

El drama –estrenado el 3 de abril de 1985– está ambientado en la cuidad de Buenos Aires dos años antes, en el final de la dictadura cívico militar.

En la trama, una profesora de historia en un colegio secundario (Aleandro) comienza a sospechar que su pequeña hija adoptada, Gaby (Analía Castro), podría ser una de las niñas (nietas) apropiadas por el Terrorismo de Estado.

Una amiga que vuelve del exilio (Villafañe) y el personaje de Chela Ruiz, que encarna a una Abuela de Plaza de Mayo, son clave en la búsqueda de Aleandro. 

La historia oficial

Más allá de las críticas posibles, La historia oficial planteó en una película –con una democracia en construcción– la participación de la sociedad civil en la última dictadura. 

“Al mismo tiempo que estoy aquí, sobre este escenario, aceptando este honor no puedo dejar de recordar que otro 24 de marzo, hace hoy diez años, sufrimos el último golpe militar en nuestro país. Nunca olvidaremos esa pesadilla, pero ahora estamos empezando a tener nuevos sueños. Gracias”. Esas fueron las palabras de Luis Puenzo al recibir el Oscar, desde el escenario del Dorothy Chandler Pavilion de Los Ángeles.

En la Argentina, era la 1:20 del 24 de marzo de 1986. Unos minutos antes, Aleandro y Jack Valenti anunciaban a la película ganadora en el apartado.

La historia oficial se impuso a Coronel Redl, de István Szabó; Papá salió en viaje de negocios; de Emir Kusturica; Amarga cosecha, de Agnieszka Holland; y Tres hombres y un biberón, de Coline Serreau.

La historia oficial recibe el Oscar

Tras la restauración digital –en 4K–, el film fue estrenado en el Festival Internacional de Cine de Cannes en 2015. Esa misma versión es la que está disponible online (en plataformas paga y gratuita).

"No estoy seguro de decir que hoy haríamos la película igual porque en ese momento estábamos con mucha presión y muchas ganas de hacerla. Creo que una cosa que ha pasado, y que es incómoda, es que como los ciclos se repiten, cuando uno cree que hace pie en otro lado, lo que creía ya debería estar superado no lo está", dijo Puenzo a la agencia Télam en 2016, al cumplirse 40 años del Golpe de Estado.

"No la veo como una película que pasó en aquel momento sino es claramente un continuo, el tema con la parábola de La peste, de Albert Camus, esta cosa de los bacilos que nunca se van del todo, que quedan dormidos en algún pañuelo, y luego despiertan y vuelven a salir. Y esto es, de alguna forma, agotador porque hay que volver a pelearla una y otra vez", sostuvo el cineasta.

En esa misma entrevista, Puenzo recordó que "con Aida fuimos muy inocentes cuando pensábamos que para hacer esta historia teníamos que observar en perspectiva, pararnos 15 años por delante, cuando suponíamos iba a estar todo reflexionado, masticado y superado, porque vivíamos el entusiasmo de la democracia con (Raúl) Alfonsín, sin darnos cuenta de que era algo ingenuo pensar así".